29 de noviembre de 2008

Los secretos de Santiago de Compostela...

Fuente de la fotografía: Santiago de Compostela

Una semana más recorriendo las calles de mi nueva ciudad. En ellas se escuchan los susurros de los caminantes que vienen de lejos y es allí donde muchas personas desean contar su historia, la razón por la que se acercan a las piedras que dibujan Santiago de Compostela.

Sigue lloviendo y el frío se calma con tazones calientes de caldo recién hecho. El otro día conocí a un peregrino que cumplía una promesa, que escribía las memorias de un viaje en el que había encontrado sentido a una vida que se escapa presurosa hacia un lugar que aun no conocemos los que estamos vivos. Contaba que, sin creer en Dios, era un hombre feliz que veía por fin colocadas las piezas del rompecabezas de su anterior existencia. Allí, en el destino final de su camino, descubrió que quería hacer algo diferente a partir de ahora porque el mundo al que había criticado sí tenía algo bueno que ofrecer. Quizá el corazón de las gentes que caminaron con él...

Tarde de granizada y de chocolate caliente...

No sé vosotros pero yo he pasado esta semana un frío que debería culminar en copos de nieve. Hoy ha sido un día completo desde el punto de vista gastronómico, ya que me he estrenado con carne de caza esta temporada (un delicioso estofado de perdiz regado con un vino de ésos que casi se pueden masticar). Y después de una de las múltiples granizadas que han bañado La Coruña esta tarde, he degustado un calentísimo y riquísimo chocolate con unos crujientes churros en uno de los sitios más conocidos de la ciudad. La tormenta sigue sonando ahí fuera y ahora me encuentro en casa recogida. Creo que ya no se puede pedir nada más.

23 de noviembre de 2008

Red de mentiras

El viernes me acerqué al cine a ver Red de mentiras. Una película trabajada con una interpretación de Leonardo que, como siempre, no me ha decepcionado. Poco a poco ha ido curtiéndose este actor y convirtiendo sus facciones aniñadas en unos rasgos más duros que ofrecen mayores posibilidades para otros papeles más vividos. El personaje de Russel Crowe le da un toque diferente a la historia por su curiosa manera de comportarse, a pesar de que sobran momentos de padre ejemplar americano entre sus escenas. No podía faltar el aderezo del enamoramiento un poco peliculero, pero aun así no dejo de recomendarla por esos escenarios de países que se nos muestran cercanos a través de la cámara, del movimiento y del griterío de lugares en los que nace un terrorismo atroz; el terrorismo de los que no tienen nada que perder. Los del otro lado son víctimas fáciles a pesar de su increíble desarrollo. De eso no hay duda.

Dedicado a una bibliotecaria...

Fuente de la fotografía: Centro Colombo Americano

Leyendo las últimas entradas de ese rincón del náufrago que tanto me gusta, aparecía citada entre sus anécdotas cotidianas la presencia de la mala educación en los tiempos actuales. Recordaba, mientras leía, lo que me ha ocurrido estas últimas semanas en una biblioteca a la que asisto últimamente.

Allí me encontraba entre sus amables compañeros a una mujer de unos cuarenta y tantos que no podría ser más desagradable aunque lo intentase de verdad. Imposible, creedme. Su actitud incluso agresiva llegaba ya a límites de caricatura burlona. Le hice unas cuantas preguntas sobre el funcionamiento del centro y tiraba los papeles encima de la mesa cual favor inmenso se le estuviese solicitando. Me llamó tanto la atención su comportamiento que estuve observándola un buen rato desde mi asiento como si de un animal raro se tratase. Golpeaba el teclado del ordenador con rabia, miraba por encima de sus gafas minúsculas con cierto desafío al mundo en el que le había tocado vivir y en el que, obviamente, no se encontraba nada a gusto, algo que a juzgar por lo visto no me extraña en absoluto. Sus palabras se escuchaban como grititos desagradables mientras sus víctimas se miraban entre ellas preguntándose sin abrir la boca que cómo podía haber gente así que trabajase en un mostrador frente al ciudadano-cliente.

De verdad que si me lo cuentan no me lo creo. No sé lo que le ha pasado a esta señora pero ninguno de nosotros tenemos la culpa de sus frustraciones. Quizá lo que le hace falta es una buena ración de All-Bran sin ánimo de hacer publicidades.

Fuente de la fotografía: Bitácora de un bibliotecario

22 de noviembre de 2008

La ciudad que me acoge

Fuente de la fotografía: Compostela

Y mientras la ciudad se moja con lluvia menuda, sus calles se visten de olores de comida y vinos que se saborean entre palabras compartidas, bullicios y silencios. La catedral nocturna juzga a los paseantes que corren entre la niebla y los libros se abren para mostrar toda su sabiduría en recogidos lugares de calma y pasado. Algunos peregrinos llegan y otros se van, la musiquilla de las tiendas suena con nostalgia y el agua sigue corriendo entre las piedras creando nuevas formas que no olvidan las viejas. Difícil olvidarlas en un lugar como éste.

Fuente de la fotografía: Ciudades Patrimonio

16 de noviembre de 2008

Revistas de fin de semana...

Ya he mencionado este tema alguna que otra vez en este rinconcito virtual. Lo cierto es que la hipocresía de las revistas femeninas me produce ciertos retortijones. Aun así, y como inevitablemente entran en mi casa todos los fines de semana, suelo echarles un ojo sabiendo ya de antemano que no me van a sorprender, como otras tantas publicaciones similares.

Entre sus páginas aparecen charlas entre mujeres de altas esferas (directoras de cine, abogadas, juezas, presentadoras de telediario, escritoras, psicólogas...) sobre temas de actualidad, basadas principalmente en el papel de las féminas en una sociedad que todavía no las entiende; relaciones de pareja, con los hijos, con el jefe, con la salud, con la estética tan injusta que se les impone para triunfar (me hace gracia)...

Unas páginas atrás sale un inmenso reportaje a la actriz de moda vestida con tal o cual vestido de tal o cual diseñador, en el que se compara el hambre sexual de unos años, de una época, con el tipo de mujer que lo saciaba, y miles de anuncios que alimentan más esa crisis de tentaciones consumistas, ese consumismo criticado en algún artículo que aparece también entre sus contenidos. También podemos observar el acercamiento de las adolescentes a maquillajes suaves con fotografías que dañan a quién las sigue viendo como niñas y más adelante debates, como cura de conciencia, en los que se discute si estamos robando la infancia a esas niñas convertidas prematuramente en "lolitas" que desean parecerse a sus mamás recién operadas. La imagen de turno también aparece sobre inauguraciones con buenos propósitos de solidaridad barata para aquéllas que protagonizan los encuentros vestidas, por supuesto, con lujosos disfraces que brillan (aunque sean prestados), y un pie de foto en el que se lee: Tania Vázquez, novia de Rubén de la Red; Yolanda Ruiz, de Pepe Reina; Carolina López, de Fran Murcia; Olalla Domínguez de menganito....y Lorena Bernal de zutanito...

¿Por qué sigo echando un ojo a este tipo de revistas?. Pues realmente no tengo ni idea, aunque debo reconocer que entre sus páginas también aparece algún goterón interesante de vez en cuando. El caso es encontrarlo.

15 de noviembre de 2008

Un poco de historia y de arte...

No he encontrado este cuadro con mayor resolución, y seguramente no tenga nada en común con el que pintó su autor, pero sirve para dedicar mi homenaje de hoy al lienzo histórico, que nos recuerda momentos del pasado que seguro influyen más de lo que creemos en el presente que vivimos.

Se trata de un óleo del uruguayo Juan Manuel Blanes titulado "Paraguay: semblanza de nuestro desolado país" y realizado en 1880. Nos muestra un país destrozado tras la guerra de la Triple Alianza (1864-1870) que fue declarada por el general Francisco Solano López. Y es aquí donde la protagonista, una mestiza de sangre guaraní y española, con actitud triste y desolada refleja el sinsentido de actuaciones de líderes temerarios o personajes que desean encontrar la gloria a cualquier precio.

¿Ha ocurrido algo interesante en el mundo?

Llevo unas semanas desconectada de la desinformación y lo cierto es que me siento rara al no haber tocado un periódico, ni escuchado la radio ni visto ningún telediario durante estos días...
Si alguien considera que debo haberme enterado de alguna noticia por aquello de no poner algún gesto extraño en reuniones varias, ruego me avise.

Por lo de pronto, esta fotografía acabo de verla. Aunque esperada, no deja de resultarme curiosa.

9 de noviembre de 2008

Un cuadro que me gusta...

Un homenaje a la luz de la mañana, al sol que entra sin llamar en las habitaciones...

Me gusta quizá por su sencillez, por ese retrato de lo cotidiano que siempre atrae, por su originalidad a la hora de "enfocar" la escena, por su pincel adelantado a un impresionismo que se acerca...

Autor: Adolf von Menzel
Título: La habitación del balcón
Fecha: 1845