
" Pensó que cuando se está verdaderamente solo es el momento de medirse con el yo hegemónico que quiere imponerse en la cohorte de las almas. Y aunque pensó en todo ello no se sintió tranquilo, sintió en cambio una gran nostalgia, no sabría decir de qué, pero una gran nostalgia de una vida pasada y una vida futura. "
una nostalgia espesa y agridulce, que le recordó su finitud...
ResponderEliminarcomo lo entiendo.
Besos...!
Es curioso este sentimiento, Cornelivs. Se pueden escribir tantas palabras a través de esa especie de tristeza romántica...
ResponderEliminarY es que Campurriana últimamente está romántica.
:)
Buen libro, y buena película (inmenso Mastroianni)
ResponderEliminarA mí también me gustó, Arale. Un libro que me dejó huella; de los que no olvidaré por su forma de describir las situaciones, la tranquilidad de esos momentos repetitivos de la vida, el paso de los años...
ResponderEliminarMe gustaría volver a leerlo.