13 de enero de 2024

Pensamientos en sábado de invierno

 

Come, Reza, Ama.

Quizá se resuma en esto la vida. Tres verbos. Tres placeres. 

Expresaban en ella que a veces es necesario el caos para conseguir el equilibrio. No era exactamente así, casi seguro, pero con esto me he quedado y es con lo que he formado ya mi recuerdo para los restos.

Continúo paseando entre paisajes de agua salada o dulce. Con el azul o verde como protagonistas de fondo de la película que pasa por mi cabeza. A veces, son pensamientos tan detenidos que creo que moriré en ellos. Otras veces, galopan a tales velocidades que me doy cuenta de verdad de lo maravilloso que puede ser el organismo que nos sostiene, y al mismo tiempo, lo increíblemente duro de una naturaleza que no suelta, que se aferra con tal fuerza a lo que ha hincado el diente, que terminará también flotando entre ese sentido de pertenencia a perpetuidad.

¿Nuestro cerebro lucha por iluminar aquello a lo que debemos prestar atención o simplemente ilumina lo que debiera quedar sólo en una simple distracción?

9 comentarios:

  1. Buena reflexión, Campurriana.
    Yo añadiría más verbos, lee, canta, sueña, imagina, vuela.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Muchos verbos, Tejón. Porque, iba a decir, hay tantos verbos como placeres. O hay tantos placeres como verbos. Pero todos sabemos que no es así. Muchos verbos esconden las más terribles consecuencias.

    Me alegro de verte.

    ResponderEliminar
  3. Rezar, rezar, desgraciadamente en los últimos tiempos más bien poco. Te cambio rezar por pensar… y todos los demás verbos “agradables que te escribe EL TEJÓN.. Además, al fin y la cabo pensar es una forma de rezar , dependiendo de en que o quien pienses: ) Contestando a tu última pregunta creo que nuestro cerebro hace lo que puede… A veces se esfuerza tanto por iluminar a lo que debemos prestar atención que para descasar gira el foco y enfoca en lo que nos sirve de distracción, a veces incluso, esa es la forma de encontrar la solución a lo que debemos prestar atención… es muy tarde, ni yo entiendo lo que te digo jaja mil gracias por todo lo de hoy y otro beso!!

    ResponderEliminar
  4. El mío no lucha.
    Está harto de mí.
    Si pudiera se iría con otros...

    Besos.

    ResponderEliminar
  5. María, yo te he comprendido perfectamente de buena mañana. Las distracciones, además, son necesarias también para continuar el camino. Con esa palabra que a mí me resulta tan difícil alcanzar: La dichosa MODERACIÓN.

    Jajajajaa Toro. El mío debe de andar agotado últimamente.
    :)

    ResponderEliminar
  6. Y piensa... No nos olvidemos del bello pensar...

    Tienes razón en aquello de Hopper (lo tuve en cuenta cuando cree la imagen...)

    Un abrazo, amiga

    ResponderEliminar
  7. A veces solo hay que respirar y atender a lo cotidiano. Y los problemas, de uno en uno...
    Besos.

    ResponderEliminar
  8. Buena filosofía, para aplicar en la vida.
    Ese paisaje de agua salada, es lo que me gusta a mí, aunque, no viva en una ciudad de mar.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Ildefonso, qué placer tu blog. Cuando tenga un momento más relajado, seguiré buceando en él. Hopper es uno de mis pintores. Me atraviesa con sus trabajos. Y esos personajes solitarios...

    Pensar es lo que nos salva. A veces también, no pensar demasiado...

    Pedro, exacto. Paso a paso y el tiempo va colocando todo en su sitio. Ya lo sabemos... En cien años... ;)

    Ventana, ¡Qué placer en una buena mesa! Y en todo lo demás...

    Un abrazo a todos.

    ResponderEliminar

He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.