Hoy se me ha dado por gestionar de alguna manera los almacenamientos que se quejan continuamente de que todo está hasta los topes y que aconsejan organizar recuerdos que se acumulan y acumulan sin cesar. ¡Gran ironía del momento de vida!
Siempre he querido llevarlos a cuestas, pero como no quiero pagar y pagar a los que ya reciben tanto, he decidido conservarlos en un sitio "no portátil". Lo llevaré mal al principio, supongo. Querré recurrir a esos momentos y esos momentos estarán metidos en el disco duro que tengo bajo la montonera de libros y apuntes.
De momento, pienso solamente en descargarlos en otro dispositivo. Debería también eliminar archivos pero no me veo capaz. Mi mente amarra y agarra. Con fuerza. Todo lo que he dejado grabado ahí es por un motivo vital. Hasta el café compartido desde el bar de carretera. Es mi vida y mis sentimientos en imágenes. Así lo siento y, por este motivo, no quiero borrar ninguno. No puedo.
Nada se puede borrar aunque se borre. Eso me dijeron un día. Y añadí posteriormente, al menos en pensamiento: Yo no quiero eliminar ningún momento vivido. Somos el resultado de una vida única. Eso somos. Pienso que es verdaderamente increíble, maravilloso y mágico. Nosotros definidos por todo lo que dejamos atrás.
Y aquí está una de esas fotografías de uno de mis innumerables paseos.
Regreso al camino para encontrar la calma deseada. Incluso, en aquellos lugares que pisé con los que ya no están a mi lado y están.
Para siempre. Aunque desaparezcan los archivos.
Las personas se van. Los lugares permanecen. Un beso
ResponderEliminarSusana, los lugares permanecen. Doy fe porque he regresado a ellos. Incluso, me he tirado en las mismas playas pero en septiembre. Rebozada de arena y de sueños rotos. O por cumplir.
EliminarUn beso.
Bonita foto... ahí me quedaría horas.
ResponderEliminarHace muchos años que no hago fotos ni dejo que me las hagan.
Pensándolo bien tengo dos vidas, una con rastro en fotos (de las que se revelaban) y otra en la que no quedará nada de mí... de una forma u otra lo digital tiende a perderse... es algo parecido a lo que ocurrió con los vídeos VHS... sí, luego lo puedes pasar a otro formato y a otro... pero al final desaparecerá... igual que nosotros.
Besos.
Toro, desaparecerá todo. Desapareceremos todos. Me pregunto por qué entonces nos complicamos tanto. Hasta yo preocupándome de que no desaparezcan mis cafés de aquel bar de carretera. Esos cafés me llevan al momento del acercamiento en la lejanía. Es bonito ese momento compartido en diferentes espacios pero en el mismo tiempo. Quizá sea el motivo de que intente no olvidarlos.
EliminarCreo que nunca los olvidaré... Eso creo. Incluso, sin la imagen guardada.
Un beso. Espero no desaparezcas nunca. Esas letras tienen que seguir muy vivas.
Yo tengo un disco duro externo, en donde voy almacenando todas mis fotografías.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es lo que estoy intentando hacer yo, Antonia. Poco a poco... Nunca pensé que tuviese tanto guardado en el móvil con el que cargo todos los días...
EliminarMe pregunto qué hacíamos antes. Creo que hasta vivíamos con más consciencia y conciencia. Un día debatimos sobre estos dos términos. Y sobre las tecnologías que ya no son tan nuevas. Han traído también muchas cosas negativas. El saber utilizarlas, claro...
Yo, por el momento, intentando alejarme de ellas en la medida de lo posible. Es verdad que también han traído cosas buenas...
Un abrazo para ti también. Me alegro de verte.
Echo de menos las fotografías en papel...
ResponderEliminarSomos unos nostálgicos empedernidos, Pedro. No lo dudaba de ti...
EliminarHoy he visto una película de la que escribiré algo próximamente casi seguro. Se trataba este tema... El que ve que su mundo ya no existe en el mundo actual. El que echa de menos ese mundo desaparecido en el que se tocaban las cosas. Ahora casi no se toca ni el cuerpo deseado.
Una foto que es misterio. Un abrazo.
ResponderEliminarSara, la niebla me fascina. Si se acerca al mar, doblemente bella. Impresiona y mucho esa niebla que se confunde con el océano.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Yo he borrado muchas cosas y me he arrepentido. Saludos cordiales
ResponderEliminarLuis Antonio, no deberías arrepentirte. Las tienes ahí dentro. Donde deben estar. Lo demás son ilusiones. Un disco duro, una cinta... Lo mejor es guardarlas en el interior de uno mismo.
ResponderEliminarUn abrazo.