Parece un sueño. Un lugar y un momento que nunca existieron, pero que quedan atrapados en las tinieblas de los pensamientos de una vida. Vagan mis recuerdos entre esas dunas y esas rocas, que se adentran desafiantes en el mar de tarde de un verano que creía ya disuelto.
Ahí sigue. Siempre nos acompaña todo lo vivido.
Lo vivido , queda en el recuerdo, si está bien vivido mejor se recuerda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hooola CAMPU! que alegría que te hayas bajado a pasear a
ResponderEliminaresta, tu playa ; )
Todos los lugares donde fuimos felices permanecen en nuestros recuerdos- embrumados por el tiempo- tal cual estaban cuando nuestros recuerdos se fabricaron en ellos. Es muy cierto, siempre nos acompaña todo lo vivido, todo...menos lo que se va perdiendo en el olvido ; )
Un beso grande! ojalá no te vuela va a llevar la marea ; 9
Entre marea y marea, voy saliendo... ;)
ResponderEliminarDistorsionamos recuerdos para que no nos hagan tanto daño. Nuestro cerebro juega con nuestras memorias para hacer menos duro todo esto, más soportable... Es cierto que se corresponde poco lo vivido con lo recordado. Muchas razones para ello...
La vida es pura magia.
Un abrazo a los dos.
Alfred, hay que vivir lo mejor posible. Desde luego, no falta belleza entre tanto horror.
Solo quedan playas así en nuestros sueños...
ResponderEliminarSí, Pedro. Son imágenes oníricas que siempre resultan atractivas como protagonistas de cuadros. ¡Cuántas imágenes oníricas me llevaría a la pared de mi casa!
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