«Los cuadros del gran pintor dan, en efecto, una sensación de esmalte y de cerámica, advirtiéndose en ellos que el ropaje, por lo que tiene de cola de pavo real, es más hermoso que el desnudo.»
Valle-Inclán. Fragmento de una reseña de la conferencia sobre Hermen Anglada Camarasa, El Liberal, 17 de julio de 1916.
Recorriendo las diferentes salas del Museo Reina Sofía de Madrid, recuerdo el momento en el que me encontré ante este cuadro, que siempre había llamado mi atención y que, por su grandiosidad y sus formas y colores, atrajo aun más mi curiosidad sin poder dejar de mirarlo, quizá por ese golpe de magnetismo casi mágico...
ResponderEliminarCuando lo tuve cerca pensé que todavía era mejor de lo que ya me había parecido hasta entonces.
Anglada Camarasa es otro de los pintores que me encantan. Sus pinceladas llenas de color, los paisajes, la sensualidad de las imágenes, esa belleza misteriosa reflejada en su pintura, hacen que siga creyendo en el arte y en esa eternidad que llegan a conseguir sólo unos pocos...
En Paris se integra en los círculos artísticos, lo que me recuerda a esos retratos magníficos de Yvette Guilbert que realizó Toulouse-Lautrec, que a mi parecer posee también una especial sensibilidad a la hora de reflejar escenas de la época...
Anglada Camarasa, reconocido en vida e injustamente olvidado al final de sus días, vuelve a ser uno de los pintores más valorados a nivel internacional...