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21 de diciembre de 2013

Construir. No destruir.

Porque las redes sociales también aportan.

Las redes sociales dependen de nosotros. Como muchas cosas. No lo olvidemos.



Últimamente, por Facebook corre esta iniciativa en forma de virus bueno por los Muros de los navegantes. Pongo lo que escribí hace un ratito en esta red a modo de pequeña contribución personal:


Esto es un juego que consiste en mantener el Arte vivo. Dale a "Me gusta" y te asigno un artista. No importa que no conozcas su obra, busca en Google, elige lo que más te guste y comparte en tu Muro.

Kike Payá me ha asignado a Frank Lloyd Wright.

Algo ya conocía de este arquitecto estadounidense que, con gran maestría, creó un armonioso baile entre la Arquitectura y la Naturaleza.

Recuerdo con muchísimo cariño aquel libro de Arte del colegio (el mejor libro de texto que he tenido en mi vida). En él aparecía la fotografía de la Casa de la Cascada (Residencia Kaufmann); una delicia de obra que me encanta recordar hoy y compartir con vosotros.

Felicidades, por cierto, al creador de esta iniciativa artística tan interesante. Facebook se revaloriza con este tipo de iniciativas. Mucho. Para esto debieran servir las redes sociales: para construir y no destruir.

Gracias a todos por participar en este juego.
Que no se acabe nunca.
Por mi parte, haré lo posible.

Os dejo un enlace interesante (muy interesante):

http://vimeo.com/802540

16 de diciembre de 2012

César Manrique y sus islas, su isla...







Hay vidas que merecen ser contadas. Es cierto que no conocí a Manrique aunque compartí isla con él durante algún tiempo que ya me parece muy lejano. Era sólo una niña pero tengo vagos recuerdos sobre todo aquello que hizo por Lanzarote. Sobre su vida de viajes y sueños y mucho Arte, en un momento en el que no era tan fácil moverse y menos en ese mundo de cultura con compromiso: con verdadero compromiso. Fue el Arte que convirtió lo bello en aún más bello si cabe. Esa isla que dicen, de forma desafortunada por cierto, que sólo tenía lava y camellos y que pasó a ser una de sus obras, de sus musas. Aún no he visto el documental-largometraje que se presenta a Los Goya sobre César Manrique y tengo muchas ganas de hacerlo. Una parte de mí ha quedado en este bonito rincón del Atlántico que él trató con tanto cariño, tanto respeto.

No conocí a César Manrique aunque puedo imaginarlo interesante y generoso al escuchar todo lo que se dice de él, lo que ha dejado plasmado tras sus huellas con su creación, su filosofía de vida, su amor por la naturaleza, el bienestar, la libertad de ser, de sentir... Al verlo en las fotografías con su megáfono, he añorado esos ideales que tenían las personas durante los años setenta y ochenta; los ideales que incluso se atrevían a luchar contra el poderoso  generador de dinero a costa de todo, por una playa. 

Regresé a esta isla de infancia y volví a encontrármelo. Es como si continuase paseando por sus rincones como una figura de viento lanzaroteño, como la conciencia que nunca debiera irse, demostrando que lo efímero puede convertirse en eterno si tiene sentido.

Necesitamos de nuevo esas ilusiones perdidas, esa lucha limpia por las cosas sencillas, bellas, totalmente imprescindibles y que estamos destruyendo por el absurdo de nuestra condición humana. 

No conocí a Manrique, es cierto, pero tengo para siempre el brillo de sus ojos clavado en la memoria.




Y un documental que he encontrado sobre César Manrique bastante completo. Poquito a poco, podemos ir paseando por su vida, por su mundo, por su isla...














Espero ver Taro. El eco de Manrique pronto:



He encontrado más: 

La mitad invisible-Lanzarote: César Manrique

Adiós a César Manrique (1992)

¿Puede una persona cambiar el mundo?

Me apetece regresar después de este baño. A saborearla de nuevo a pesar de todo...

19 de abril de 2012

Otra de mis ciudades...

He estado viendo el vídeo que aquí dejo con el corazón tocado. Casi todos los rincones de esta ciudad me dicen tanto...Quizá sea porque por mi cuerpecillo serrano corre también sangre viguesa. Porque en estos lugares pasé yo muchos veranos de infancia en la casa de mi abuelo y mis años de estudiante universitaria. Porque allí tengo aún muy buenos amigos. Porque sigo yendo para recordar otros tiempos felices que he vivido; algunos con esa guinda de libertad recién estrenada. Me doy cuenta de que me voy haciendo mayor por la nostalgia que me producen tantas cosas...

Es bonita y también triste; es nostalgia, claro...




Ojalá podamos conservar lo que aún nos queda.

10 de enero de 2012

Entrada-denuncia y algo más...

Ruinas de San Antón, solemne estrago,
monumental injuria…Por doquiera,
rotas ojivas, zarzas, jaramago.
Y lo que fue Camino de Santiago
moderna carretera.

Aquella golondrina
no sé si llora o trina.
Aquella arrulladora
palomita no sé si arrulla o llora
de pena y duelo sobre tanta ruina.

¿Y no llora también de pena y duelo,
bajando desde Hontanas y cristales
quebrando rumoroso, el Garbanzuelo?
Pero aún imponentes, señoriales,
Quedan en pie dos arcos ojivales
- ruinas de San Antón – clamando al cielo.
De nuevo volví a ver imágenes que no deseaba de un Patrimonio que llora por falta de atenciones. Fue recientemente en la catedral de Zamora, con tapices de alto valor doblados en las esquinas por no caber en toda una pared con humedades, también en algunos monasterios gallegos y ahora en la catedral de Palencia, la bella desconocida. Es una lástima que no se invierta para mantener nuestra riqueza; la historia de nuestro pasado y, al fin y al cabo, nuestra historia. 
No hay pasta o se gestiona mal la pasta. Y también, no lo olvidemos, genera pasta...
Ah, ¿qué estamos en crisis?
Es cierto, Campu. Y tú preocupándote por estas tonterías...





20 de enero de 2011

A estraña cidade: A Cidade da Cultura


Apareceu como un furuncho no cú de Compostela. Hoxe en día emerxe entre o entullo como se fose un milagre; o milagre que queren vendernos agora. 
Faime gracia. Moita gracia.

Entrada na que me inspirei: Unha de Amio
Fonte da imaxe: TECTÓNICAblog

1 de diciembre de 2010

El feísmo

feísmo.

1. m. Tendencia artística o literaria que valora estéticamente lo feo.


Ésta es definición que aparece en la RAE. También he echado un vistazo a esta página. Empecé a escuchar este término hace algunos años y lo primero que me vino a la cabeza fueron esos colchones-portales de las fincas privadas. No sé en otros lugares pero en Galicia hay innumerables ejemplos de esta "tendencia artística". Sin ir más lejos, vean la fotografía que publica hoy La Voz.

Por cierto, una de las navegantes de este saloncito es de la zona...
:P

17 de abril de 2010

Antigüedad, Modernidad y más allá de la Modernidad...

Cuando observaba esta increíble fotografía realizada por Paco, imaginaba al Madrid más actual, más moderno, devorando sin remedio al Madrid antiguo, al más tradicional. Recomiendo pinchéis sobre la imagen para verla mejor y disfrutéis de un paseo tranquilo por esos Cielos retratados de Francisco Martín Cobos.

Respecto a esta nueva estación de Cercanías de Sol, a mí me gusta a pesar de la lluvia de críticas recibidas. ¿Que por qué me gusta?. Pues no lo sé. Quizá sea por esa unión entre el pasado, el presente y lo que está por venir, por esa ruptura con todo, por esa llegada al corazón de la capital de muchos caminos que cada vez se aproximan más.

Y vosotros, ¿qué opináis del nuevo intercambiador de Sol?.

7 de abril de 2010

El acueducto de Segovia

Fuente de la fotografía: Picasa

Y allí estaba el acueducto de Segovia recordándonos un pasado que mantiene vivo en forma de piedra. Impresionante obra. Aun se me ponen los pelos de punta cuando pienso cómo se hizo, cuándo se hizo...

Mi homenaje de hoy para él y para la ciudad que abriga...

16 de marzo de 2010

Monasterios abandonados...Santa Cristina de Ribas de Sil...

Fuente de la fotografía: Flickr

Fuente de la fotografía: Flickr

Hace tiempo pude disfrutar de un paseo por una de las maravillosas rutas de monasterios de Galicia, que abarca la zona de la Ribeira Sacra. A éste, en concreto, no pude llegar aunque me han dicho que es uno de los más bellos a pesar de todo...por su ubicación y por su acceso, no todos los grupos pueden visitarlo, o eso al menos es lo que nos comentaron en su día...De ahí puede alimentarse también su belleza solitaria, aunque tal belleza parece esfumarse por momentos...

La semana pasada me acordé de esta escapada tan hermosa al leer el artículo siguiente sobre El Monasterio Abandonado...

Santa Cristina de Ribas de Sil vive momentos de descuido y de gamberrismo a pesar de ser un nuevo bien de interés cultural al que se le supone la máxima protección.
A finales de los años ochenta del pasado siglo comenzó su restauración, que fue pionera en su procedimiento. Unos años antes, en 1982, se inició la declaración del monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil como monumento histórico-artístico, aunque hubo que esperar al año 2007 para que la Xunta iniciase la incoación del expediente para declararlo bien de interés cultural (BIC). A pesar de conseguir tres años después este reconocimiento, esta joya monástica situada en el cañón del Sil es presa del abandono. La señalización que indica al visitante que ha llegado al monumento está emborronada. El acceso en rampa es peligroso para el público. Al llegar al claustro, una pintada en negro, con una fecha y los nombres «Gema Nico», mancha la piedra. Los paneles interpretativos del claustro tampoco están enteros, pues a uno le falta la lámina en color que daba datos sobre tan singular edificio y en su lugar se leía, hasta que lo denunció La Voz, «espírito da natureza» , escrito con bolígrafo o rotulador. Esta pequeña limpieza la hizo el alcalde.
En las pasarelas que permiten ver el claustro hay goteras, y en el suelo de las estancias inferiores, rastros de hogueras. Las maderas de las pasarelas tienen nombres de personas grabados con objetos punzantes. Varios cristales están dañados. En dos habitáculos de la planta baja quedan restos de pintura mural que se están estropeando, pues se han caído trozos de policromía y de cal. La puerta de acceso al campanario está forzada y rota, por lo que ascender por la escalera de madera puede resultar un peligro.
En la iglesia, hay tejas en mal estado y la vegetación crece en los huecos de campanas. De estos instrumentos hubo uno y fue robado. En su día fueron robadas laudas sepulcrales. Y no hace muchos meses, a este nuevo BIC le tuvieron que levantar de nuevo un muro que sostiene el terreno sobre el que se levanta en medio de una impresionante ladera.
El alcalde de Parada de Sil, Francisco Magide, quiere intervenir para atender el monumento y protegerlo del gamberrismo, pero el BIC tiene dueños. El Obispado de Ourense conserva la iglesia, cuyas puertas fueron forzadas varias veces. Y el claustro es de al menos cinco propietarios privados. Santa Cristina recibe al año unas 25.000 visitas. Magide lo dice claro: «Eu xa non podo facer máis. Temos un proxecto de mellora do entorno, queremos poñer unha persoa para limpeza e atender aos visitantes cobrando un euro a cambio dun folleto e ter audioguías». Nada se puede hacer mientras no cedan al Concello el monumento.
La profesora Yolanda Barriocanal, de la Universidade de Vigo, acercó al público la mejor guía sobre Santa Cristina. El pasado año, el joven investigador Víctor Rodríguez presentó un trabajo que permite conocer la vida del cenobio porque transcribió del latín los 129 documentos que se conservan de los años 876 al 1515. Son las luces y las sombras de un monumento que no puede seguir así.


Fuente: La Voz de Galicia

Puse en su día alguna fotografía que hice durante esa excursión. No podía creer que lo que estaban viendo mis ojos era real, tristemente real...¿cómo es posible que estemos enterrando nuestra riqueza de esta manera?...No quiero audioguías ni millones de turistas encaramados a las piedras de nuestro patrimonio, pero tampoco quiero la dejadez de una Administración que permite estos lamentables escenarios.

8 de agosto de 2009

La magia del cine abandonado...


Fuente de la fotografía: El cine de mi pueblo

Fuente de la fotografía: Flickr

Paso muchas veces por la carretera que conduce a Esmelle y, desde que lo vi por primera vez, me dejó impresionada al recordarme a aquella película tan bonita sobre la vida de un cine que nace y que muere y que pasa por multitud de acontecimientos a lo largo de ella. Es una pena que edificios como éste, tan hermosos, se encuentren hoy en semejante estado de decadencia. ¿Cuántas historias nos ha contado el cine Adriano a través de su pantalla y fuera de ella? ¿cuántas dejará de contar?...

Hoy, curiosamente, ha salido esta noticia en el periódico:

Cuatro años antes de que Marguerite Yourcenar publicase sus memorias del emperador romano, abría por primera vez en el municipio de Fene el cine Adriano. Y a pesar de su fastuosidad, el nombre no hacía referencia al antecesor de Marco Aurelio, sino al padre de Antonio Fernández (de nombre Adriano), vecino que después de hacer las Américas en Cuba financió con el sudor de su frente el único cine que queda en pie en el municipio, a orillas de la ría de Ferrol.
Desde entonces, en la parroquia de Barallobre a la que pertenece se conoce a su familia como los Adrianos, y son ahora sus nietos quienes ponen a la venta el inmueble «porque no queremos que esto se destruya», relata otro Adriano que vivió parte de su infancia entre esas cuatro paredes.
El cine se inauguró en 1947. Y algunos vecinos aún recuerdan la primera película que se estrenó: «Dillinger, enemigo público número uno». La misma historia que ahora protagoniza Johnny Depp en la gran pantalla con sello de Michael Mann.
La máquina de proyección se apagó en 1969. Y ahora, curiosidades de la vida, los Adrianos buscan comprador al precio «simbólico» de 150.000 euros.
El Concello ya mostró su interés por el edificio, pero carece de fondos suficientes y busca ayuda de otras Administraciones para su rehabilitación.

5 de abril de 2009

La Casa del Hombre (La Domus)

Fuente de la fotografía: Flickr

Si hay algo especial en esta ciudad, es la maravillosa cercanía de la naturaleza a los bordes del panorama duro del asfalto y los edificios de colmenas en los que nos hemos empeñado en vivir algunos. Pero hay edificios que bailan con el mar en forma de velas de pizarra que lucen de diferentes colores según el color del cielo y del agua, con frescos o cálidos reflejos que enriquecen esa costa que sobrevive en paisajes contradictorios. Uno de ellos es La Domus, como se le conoce por estas tierras coruñesas. Desde las playas de Riazor y el Orzán podemos observar como no desentona con las olas que bañan el centro. En sus entrañas se esconde un museo al que hace bastante tiempo que no voy y no recuerdo con especial cariño por la dejadez de sus instalaciones y actividades. Todos sabemos que las entrañas a veces se descuidan por no ser demasiado importantes para los que sólo ven con ojos de poeta soñador desde la toalla de arena.

En realidad esta entrada había nacido para otros menesteres pero ya sabéis que Campurriana se sumerge en diferentes pensamientos que la alejan o acercan al camino principal según vengan los vientos.

La pasada noche fuimos a cenar al restaurante que habita en este bello lugar, un sitio que se rodea de ventanales desde los que se ve La Coruña, sus playas que la acarician, las rocas, la costa, el Monte de San Pedro como defensa con sus cañones y su tremenda belleza, el cielo y las luces. Era de noche y quizá ése fue nuestro primer error. Después de verlo aconsejo a los comensales en potencia que se acerquen con las luces del día y elijan uno de esos reservados para disfrutar con un grupo de escogidos amigos una jornada gastronómica con sabor a mar. Mi intención no es hacer duras críticas del sitio sino aconsejar en este tiempo de servicios devaluados en el que la crisis debería pegar un puñetazo en la mesa para recordar que los clientes no son tontos ni mucho menos. Si uno se acerca a la cadena rápida de bocatas que se encuentra al lado del cine de un centro comercial, sabe ya de antemano que el dinero que va a pagar no incluye determinados servicios mimados, pero si uno decide celebrar un día especial en un restaurante que presume de estar en la preciada lista, el servicio esperado, obviamente, no es el mismo.

Si hay algo de lo que se peca últimamente en muchos de estos sitios es la rapidez con la que se quitan y ponen platos sobre la mesa, sin esperar siquiera a que uno haya terminado de degustar el aperitivo de bienvenida. Uno se acerca allí para pasar una jornada agradable y un baile de diferentes camareros comienzan la carrera de forma descoordinada, se atropellan, no preguntan y suponen, mientras las ventanas empañadas y un tanto sucias no dejan ver la vista que se esconde tras ellas. Eso no puede ser, señores. No pueden permitirse en un sitio como éste tener camareros inexpertos sin un control de alguien que sepa, de alguien que les intente explicar al menos el difícilmente explicable sentido común, tan poco común en todo lo que nos rodea últimamente...

Pero no quiero terminar con palabras desagradables porque la cocina a mí me gustó y también el sitio a pesar de la deficiente y fría iluminación, que puede ser fácilmente mejorable con un poco de empeño (de ahí mi recomendación de acudir de día en lugar de elegir la noche para cenar hasta que se decida subsanar este aspecto). Quizá regrese cuando pase algún tiempo...

28 de diciembre de 2007

Y más arquitectura...

Españoles en el desierto. Una imagen del proyecto para la construcción de siete torres en Madinat al Arab, en la costa de Dubai, a cargo del estudio coruñés A-cero.

26 de diciembre de 2007

Y seguimos con Foster...



Nos adentramos en esa oficina luminosa, en la que se escuchan voces en todos los idiomas, en la que se crean proyectos realmente interesantes e impresionantes. He leído que este lugar huele a café recién hecho. Supongo que lo necesitarán para mantenerse despiertos tantas horas. Y es que, en esta oficina, no se deja de trabajar nunca.
Si os apetece ver algo más, os dejo la dirección de Foster and Partners. Merece la pena echarle un vistazo.

23 de diciembre de 2007

Arquitecto y algo más...

PERO SI HAY UN DISEÑO de Foster que realmente encierre todas sus claves arquitectónicas, es su propio estudio, en Londres. Un espacio diáfano de 1.500 metros cuadrados y más de seis de altura, abierto al Támesis mediante un ventanal de 60 metros, en el que centenares de arquitectos dibujan con luz natural en mesas corridas de 13 metros. No hay barreras, puertas ni jerarquías. Todo transcurre con transparencia. El mismo lord Foster carece de despacho. Lo más parecido a su espacio de trabajo es la mesa redonda, situada en el vértice sureste del estudio...

Fuente: ELPAÍS.com
Y hablando de Foster...