Nos importa más la imagen del plato que su sabor. Nos importa más mostrar que disfrutar del momento, de la compañía cercana, física y cálida, de la degustación pausada y el aliento revelador...
He vivido recientemente fracasos de restaurantes que buscaban las estrellas y han caído estrepitosamente. He vivido los frutos de ese "alejarse de lo cotidiano que da de comer" para acercarse a las revistas de postureo de allende los mares. Todo por infinitos Likes en un momento determinado de toda la eternidad.
Y seguimos sin comprender tantas cosas...
Sí. Soy consciente. Estoy mezclando gastronomía y política. Y podría seguir mezclando conceptos. No ocurriría nada. Incluso, tendría su sentido.
Podría hablar de imagen. Podría hablar de palabras que dicen lo que queremos oír, aunque nos perjudiquen a la larga o no tengan la mayor consistencia. ¡Qué importa! No podemos hacer nada. O casi nada...
Yo, de momento (y sabéis que adoro España "sobre todas las cosas"), doy un aplauso fuerte a Xabier Fortes. Aunque no aparece en la fotografía de ese debate que hubo recientemente en RTVE, fue, sin duda, el que más aplausos mereció. Por mi parte, al menos...
Moderador con opinión, y no lo critico. Estoy cansada de que el protagonismo siempre se lo lleven otros y los mismos. Estoy cansada también de que haya comunidades autónomas que hayan quedado silenciadas durante todo este camino que debería ser de TODOS. Galicia es una, pero no la única.
Sí. Sin duda, la culpa es nuestra principalmente.
Hagámosnolo mirar. Y meditemos antes de acudir a las urnas.
"España se rompe", dicen...
No. El problema es otro.
"España se rompe", dicen...
No. El problema es otro.