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19 de abril de 2019

Tiempos de subir a las estrellas y caer estrepitosamente



Nos importa más la imagen del plato que su sabor. Nos importa más mostrar que disfrutar del momento, de la compañía cercana, física y cálida, de la degustación pausada y el aliento revelador...
He vivido recientemente fracasos de restaurantes que buscaban las estrellas y han caído estrepitosamente. He vivido los frutos de ese "alejarse de lo cotidiano que da de comer" para acercarse a las revistas de postureo de allende los mares. Todo por infinitos Likes en un momento determinado de toda la eternidad. 
Y seguimos sin comprender tantas cosas...

Sí. Soy consciente. Estoy mezclando gastronomía y política. Y podría seguir mezclando conceptos. No ocurriría nada. Incluso, tendría su sentido.

Podría hablar de imagen. Podría hablar de palabras que dicen lo que queremos oír, aunque nos perjudiquen a la larga o no tengan la mayor consistencia. ¡Qué importa! No podemos hacer nada. O casi nada...

Yo, de momento (y sabéis que adoro España "sobre todas las cosas"), doy un aplauso fuerte a Xabier Fortes. Aunque no aparece en la fotografía de ese debate que hubo recientemente en RTVE, fue, sin duda, el que más aplausos mereció. Por mi parte, al menos... 

Moderador con opinión, y no lo critico. Estoy cansada de que el protagonismo siempre se lo lleven otros y los mismos. Estoy cansada también de que haya comunidades autónomas que hayan quedado silenciadas durante todo este camino que debería ser de TODOS. Galicia es una, pero no la única.

Sí. Sin duda, la culpa es nuestra principalmente. 
Hagámosnolo mirar. Y meditemos antes de acudir a las urnas.

"España se rompe", dicen...
No. El problema es otro.

25 de junio de 2018

El Ministro breve












Me pilló fuera de nuestro país esta noticia. Conocía a Màxim por las redes sociales. Es un adicto a ellas y, por lo que se ve, no ha dejado de serlo. Parece, por un lado, un hombre que se gusta. Por otro, un hombre al que le gusta gustar. Y, por último, un hombre que también demuestra una importante inseguridad, al querer saber qué piensan de él tras el desgraciado momento que le ha tocado vivir. Por ello, no ha dejado de enviar mensajes al espacio virtual, tras el desagradable suceso que le ha encumbrado a los libros de Historia de España.

Pero también Màxim conoce la fugacidad de este mundo de noticias que hemos creado entre todos. El mundo líquido en el que vivimos. Hoy eres un sol y mañana lo peor de lo peor y viceversa. Somos tan básicos, que la manipulación de la opinión pública es tremendamente sencilla.

El papel de su madre ha sido fundamental. También, su discurso enfadado. Quizá, no con falta de razón, aunque sí con falta de precisión en sus palabras.

No sé si se lo había dicho a Sánchez. Nunca lo sabremos, en realidad. Tampoco importa demasiado. Lo que importa de verdad es que conozcamos, al menos, la sociedad en la que vivimos. A partir de ahí, todo es relativo.

Màxim, creo que no hay mal que por bien no venga. ¡Cuántas veces lo habrás escuchado ya a estas alturas!

7 de junio de 2018

Pedroooooooooo (con actualización)



A día 7/6/2018 a las 19:41h:

Acabo de conocer la composición del nuevo Consejo de Ministras y Ministros de Sánchez y debo decir que me ha sorprendido positivamente, bajo una visión general. En gran parte, debido a las no concesiones a Podemos y nacionalistas, así, a bote pronto.

Quizá, la presencia de un astronauta me parezca un tanto exótica pero, en principio, nada equivocada. La presencia también de un adicto a las redes sociales, entre otras tantas cosas, como lo es Màxim Huerta, de un atrevimiento increíble, de una valentía digna del más puro surrealismo o inconsciencia política, y de una modernidad un tanto positiva también. No dudo de la capacidad de Màxim pero, ¿Qué queréis que os diga? Me cuesta verlo ahí con cartera ministerial.

En general, un equipo fresco, joven, con ganas de hacer cosas y cambiar visiones ancladas en un pasado pesado. Un equipo con más color al que nos tenían acostumbrados últimamente, formado, con experiencia en los distintos sectores de la sociedad y con conocimiento de esa Europa que nos observa atenta y de esa Cataluña que aguarda.

Pedro, debo decirlo, me has sorprendido con tu elección. Hay ya negruras en tu Gobierno pero es difícil que no las haya. Soy consciente de ello. Por mí, un voto de confianza y ¡al toro! Aun, a pesar de que no lo tenéis nada fácil para gobernar a priori.




A día 4/6/2018 a las 22:33h:





Hoy he releído las entradas del saloncito que hacían referencia a Pedro Sánchez. Me he quedado sorprendida porque ya son unas cuantas... Más de las que yo recordaba, la verdad. Creo que ya no tengo mucho más que añadir. Por desgana, aburrimiento, alejamiento... Todo lo que me produce hoy en día esta política nuestra. 

Y sí. En realidad, estoy sorprendida con los hechos recientemente ocurridos en nuestro panorama político. Ya no esperaba este paso por Moncloa de nuestro guaperas, pero ahí está; redecorando con Begoña sus futuros y, ya presentes, aposentos. Yo le deseo valor y suerte. También, sentido de Estado. No quisiera estar en su piel porque, sólo de pensarlo, me agoto. Demasiadas voces discordantes y consentidas. Demasiadas.

Pienso en ESPAÑA y sufro.

6 de octubre de 2017

El discurso del Rey


Vuelve a protagonizar la fotografía de éste, mi humilde saloncito, el rostro de nuestro Rey; el Rey de todos, mal que pese a algunos/muchos. Su rostro, en un discurso contundente, lo dice todo; Preocupación, enfado, cansancio... Y, no me extraña, teniendo que ver semejantes atrocidades; semejantes calificativos que se basan en la falta de conocimiento, en la falta de amplitud de miras, en la falta de respeto a la Monarquía, y con ello, a todo lo que representa, que también somos nosotros.

En estos delicados momentos, considero su figura más importante aún. Concede estabilidad en un período revuelto y muy peligroso. Es un referente de España; Un referente de nuestro país en medio de tantas turbulencias de partidos, en medio de tantos que hacen buenos a los malos con su deleznable comportamiento; Porque realmente son pésimos para TODOS. Son estas personas que generan mierda para luego vivir de ella, utilizando argumentos demagógicos y extremadamente pobres, sucios, despreciables. Niegan a esa España que pretenden gobernar/gestionar o, lo que es peor aún, titubean con ella, como Pedro Sánchez y su partido acabado.

Lo cierto es que no sé por qué me he puesto a escribir ahora. No tengo ni ganas. Estoy realmente agotada y triste por el tema Cataluña y todo el absurdo que lo rodea. 

Sin embargo, y no tan curiosamente, es un absurdo que está haciendo tambalear lo más importante que tenemos. Y, lo peor de todo, es que aún no se ha depurado ni una sola responsabilidad, por mucha palabrería bonita que haya soltado ahora Soraya Sáenz de Santamaría

Hemos metido a auténticos monstruos en el Congreso, en los parlamentos autonómicos. Precisamente, donde deberían coexistir personas cabales, formadas, con sentido de Estado y sentido común. Y, en cambio, tenemos que asistir a estos espectáculos vergonzosos, que nos tildan de un país que NO somos fuera de nuestras fronteras, porque no actuamos con contundencia y en su debido momento. 

Porque no nos queremos, porque caemos fácilmente en el odio del que viven estos caraduras que buscan rédito político en los basureros, en las cloacas. Así, he llegado a ver a votantes, que se creen personas íntegras (¡JA!), votando con el dedo pulgar levantado y una sonrisa de orgullo que daba pavor; verdadero pavor. 

Yo lo tengo muy clarito: Los violentos son ellos y todos los que han provocado este caos sin sentido. No me conmueven en absoluto las imágenes empleadas o los argumentos pobres y patéticos de tipos como Garzón (al que considero un pobre hombre), Ada Colau, Echenique y todas las mareas y mareantes que, desgraciadamente, no son pocos. 

El peor de todos, y el más peligroso, es Pablo Iglesias. Su personalidad es digna de estudio y, si de algo me alegro de todo esto, es que, al fin, se han desnudado completamente ante el pueblo; han mostrado su verdadera cara, sus verdaderas y mezquinas intenciones. 

Ahora le toca al pueblo dejarlos caer o meterlos hasta la cocina, de la mano de Pedro Sánchez. Si por mí fuese, ya estarían todos fuera de las Instituciones. No son dignos de ellas. No son dignos de España, una vez visto, sobre todo, el caso Cataluña.

Mi apoyo también a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. No merecían el trato recibido por el Gobierno; los dejaron solos ante el peligro y, lo que es peor, los metieron en el peligro obligándolos a un intento de evitar un referéndum que no lo es. 

Y lo que nos queda...

12 de octubre de 2016

El triunfo de los mediocres

Voy a volver a copiar y pegar, con actualización, una entrada que puse hace algún tiempo.
Existe una aclaración sobre ella que creo deberíais leer, por justicia hacia el autor de la columna. 
En este mundo tan rápido en el que vivimos, es lógico pensar que caeremos en mil y un ciento malentendidos.
Mis disculpas a David Jiménez.

Y, aprovechando este momento, FELIZ DÍA DE LA HISPANIDAD A TODOS.
Yo sí. Yo estoy orgullosa de ser ESPAÑOLA.

Creo que este pensamiento viene de perlas hoy también. Para meditar y hacer autocrítica...


ENTRADA PUBLICADA EL PASADO 26/01/2015 EN EL SALONCITO:

Una reflexión que comparto...

 Me la han mandado al buasap y creo que es de Forges. O eso dicen...
A ver qué os parece. 

ACTUALIZACIÓN A DÍA 12/10/2016: He recibido una aclaración sobre la autoría de este texto. Al parecer, el escritor ha sido un periodista llamado DAVID JIMÉNEZ.
Dejo enlace aquí, a quien pueda interesar.
Disculpad el malentendido. Sobre todo, mis disculpas más personales a David.
Gracias a José Luis Palma por el aviso.

De lo que no hay duda, es de que el fragmento bien merece una lectura o más...
Felicidades.




EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES
Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera.
Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.
Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros.
Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.
Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.
Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.
Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente
basura.
- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
- Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.
- Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.
- Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.
- Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo”. 

9 de mayo de 2016

Llenar de vacíos




A raíz de esta entrada de la isla, vomitaba lo siguiente en los comentarios. Y digo "vomitaba", porque realmente me avergüenzo de este espectáculo al que estamos asistiendo todos.
 
Nos están intentando llenar de vacíos mientras ellos se llenan de algo que no merecen ni por asomo. No merecen nada porque se olvidan de por qué están ahí. Están ahí por unos ciudadanos que hemos votado, que hemos hablado de forma clara. En la política sí que hay perdedores y todos sabemos quiénes son. Lo hemos decidido con nuestra papeleta y continúan actuando en teatrillos patéticos como patéticos ganadores.
Por eso no quiero pensar en ellos. Porque me indignan, me cabrean, me producen una absoluta desesperanza.

También me produce desesperanza el saber que muchos no saben nada, no están formados en nada. Cumpliré la ley si me apetece. Y muchos, ni siquiera conocen las leyes.

Miedo me dan las malas intenciones, pero más miedo me da la ignorancia en el poder.

Si no te importa, lo paso a mi saloncito. En él, ya lo sabes, "cuelgo" sentimientos.

Un abrazo.

Dejo la columna de David Trueba, a la que se hace referencia. Obviamente, yo creo que el vacío nunca será nuestro.

Gracias, Nau. Por hacérmelo llegar.


Mirador-VACÍOS

Estamos llenando todo de vacíos. Le leí esta frase a José Luis Cuerda en sus apuntes para las redes sociales de estos días. Hace ya tiempo reunió sus fogonazos de ingenio en un volumen titulado Si amaestras una cabra, llevas mucho adelantado. Los españoles tenemos la tentación de hacer frases mientras se cae el mundo. Ya hace años que nos especializamos en hacer chistes para salir de la crisis, para salir de casa, para salir de misa, para salir de un problema, cuando sabemos que salir de esos sitios se hace imposible. Así que nos tiramos por la ventana de la dialéctica y la sorna, y ya vendrán tiempos mejores. Pero la frase de Cuerda llega con extrema puntualidad a este proceso sorprendente de repetición de elecciones nacionales, mientras el país anda entretenido con el fútbol, donde somos una potencia mundial de coraje y fortuna. La frase de Cuerda llega para definir un estado de las cosas con la precisión de un cirujano.

A nadie le gustaría saber que el cirujano, cuando te tiene abierto en la mesa de operaciones, está pensando en un chiste que tiene que contarle a las enfermeras sin falta. Pero para que el humor nazca con potencia y no con esa flácida conveniencia de lo amable, necesita generarse en situaciones de pánico. Los españoles no entienden nada y, por más que les gusta votar, no acaban de apreciar el votar por votar. Y andan los partidos pidiéndoles votar todo el rato, votarlo todo, para en realidad no votar sobre nada, sobre nada distinto a la perpetuación de los líderes al frente de sus marcas. De todas maneras no conviene caer en la desesperanza, que suele ser el estado perfecto para que te cuelen las prioridades ajenas como propias. Si malo es repetir la misma cantinela, peor aún es que esa cantinela no sea la más acorde a nuestros intereses. Así que ante el aplastamiento, la pereza y la sensación de hastío, algunos se están frotando las manos. Y los españoles se pueden permitir los chistes y las gracias, pero no la indiferencia.

Los vacíos, incluido el vacío de poder, parecen convenir y mucho a quienes se mueven con comodidad entre las decepciones y la ingravidez de la población. Nosotros bostezamos y ellos nos sacan las muelas. Estamos llenando todo de vacíos, lo ha dicho Cuerda magistralmente, pero ese vaciado algunos se encargan de gestionarlo, con el disimulo habitual de los más listos, que parece que no hacen nada nunca, que son solo relleno, pero están todo el día diseñando el pequeño mundo en que nos movemos. Que el vacío, al menos, sea nuestro.



1 de marzo de 2016

Discurso de investidura (Pedro Sánchez)



Hoy, se supone, es un día importante para España. Hoy, se supone, debería sentirme emocionada. No lo estoy.

Acabo de ver un resumen del discurso de Pedro Sánchez (y lo que rodeaba a dicho discurso) en esta tarde tan esperada, sobre todo a nivel de medios de comunicación y políticos, y confirmo mi más absoluta decepción con los acontecimientos que está sufriendo mi querido país.

Nada nuevo.
Sólo deseo que no caigamos en manos de éstos, ni de los otros, ni de los otros... 

5 de noviembre de 2015

¿Sólo una guerra civil o muchas?


No se trata de una publicidad gratuita a Reverte. De hecho, no he leído el libro. Me gusta, eso sí, esa forma de fomentar el debate limpio a partir de una obra como la suya. Un debate que surja de forma dialogante; tanto en las aulas como en las cafeterías. La Historia es lo que nos queda. Sin ella, navegamos a la deriva. Y la Historia es cultura, tradición, arte, religión también, porque todo está vinculado y todo se entiende desde estos conceptos que abarcan tanto. Todo aquello que muchos ahora, de forma incomprensible, quieren cargarse porque sí.

La visión de nuestra guerra civil está lo suficientemente contaminada desde la esfera "intelectualoide" de nuestro país, a la que le encanta agitar masas de forma poco limpia y totalmente miserable, interesada, patética tantas veces.

Yo, desde luego, estoy asqueada del cine español que trata este tema (por poner un ejemplo significativo y evitando ya hablar de medidas políticas directas, que lo prefiero). Sólo una visión y nunca la otra. Así son las cintas españolas y, siempre hablando, de forma general. Hay ocasiones, efectivamente, en las que asoma algún rayito de luz que, al menos, deja esperanza para el futuro.

Menos mal que he podido conocer testimonios directos de familiares, que me han contado lo que es de verdad una guerra a pie de calle. Menos mal.

Por todo ello, le doy las gracias a Reverte; por ser uno de los que promueven esos rayitos de luz entre tanta niebla.


"Si a un joven no le das historia, lo estás dejando huérfano de memoria"

Preocupado por la escasa atención que los libros de texto le prestan a la Guerra Civil, el escritor Arturo Pérez-Reverte ha decidido contar a los jóvenes las líneas esenciales de este conflicto para recordar "los graves errores que llevaron a esa gran tragedia y procurar en lo posible no repetirlos".
"Estamos borrando de la memoria de los jóvenes las lecciones de la Guerra Civil, la lección de vida, de política y de sociedad que fue aquello", afirma en una entrevista con Efe Pérez-Reverte, en la que adelanta las claves de su libro La guerra civil contada a los jóvenes que Alfaguara publicará el 5 de noviembre, ilustrado por Fernando Vicente.
El libro puede leerse "de los doce años en adelante", porque "a no pocos adultos les iría muy bien conocer lo que fue la guerra civil", comenta Pérez-Reverte, cuya obra está traducida a más de cuarenta idiomas.El escritor (Cartagena, Murcia, 1951) no entiende por qué, "cuando hay un tema complejo, como el de la Guerra Civil, en vez de explicarlo lo eliminamos de los planes de estudio".
Ilustración de Fernando Vicente de la batalla del Ebro. ALFAGUARA"Si a un joven no le das historia, lo estás dejando huérfano de memoria y, sin memoria, no tiene ninguna posibilidad de comprender un país tan complejo como España", asegura este autor, que ha vendido más de quince millones de ejemplares de sus novelas en todo el mundo.
La idea de escribir su nueva obra se le ocurrió cuando, "casualmente", cayó en sus manos un libro de texto para niños que decía literalmente: "Antonio Machado fue un poeta y académico. Pasado un tiempo, se fue a Francia donde murió".
"Y así resolvía la tragedia de Machado, que es la tragedia de media España, o de la España entera. Aquel libro no mencionaba la Guerra Civil", dice Pérez-Reverte, que también comprobó cómo otros manuales escolares "despachan" esos años "de manera casi absolutamente irresponsable".Entonces decidió escribir un texto en el que "de una forma sencilla, equilibrada, buscando la mayor objetividad posible, sin buenos ni malos, sin clichés fáciles, sin etiquetas baratas", le explicara a un joven cómo fue la Guerra Civil.
Pero deja muy claro que su libro "no pretende sustituir" a los que hay sobre ese conflicto, sino "servir de puerta a ellos e incitar a un joven a que pregunte, lea, se documente; y a los profesores a que debatan este tipo de cuestiones".Han pasado casi ochenta años desde que comenzara esa guerra (1936-1939) y "ya no hay testimonios directos de lo que sucedió. Son de segunda mano, y esas segundas manos pueden ser honradas o interesadas", señala.

12 de octubre de 2015

Con motivo del Día de La Hispanidad...



...os hago esta pregunta a todos, que he leído en alguno de los infinitos suplementos que trae ahora El Mundo:

¿Qué significa para usted ser español?

Sed sinceros y no penséis demasiado. Lo primero que os salga...del corazón.

1 de junio de 2015

Mi apoyo al Rey y el discurso de Letizia



Me da vergüenza asistir a espectáculos como el de la pitada dedicada al himno español, y a todo lo que conlleva éste, durante la final de La Copa del Rey del pasado sábado en la que, por mucho que algunos hablen de "libertad de expresión" (yo diría "libertinaje"), lo único que se dejó ver allí fue una total falta de respeto hacia nuestro propio país porque, mal que les pese a algunos, España es el país de todos los que estaban allí. Absolutamente TODOS.

Vuelvo a decirlo: tenemos lo que nos merecemos.




Respecto al discurso de Letizia en Honduras, que aquí dejo, debo decir que me ha gustado esa humildad en su tono que no se dejaba ver antes. Parece que su imagen está siendo correctamente pulida desde Palacio. Letizia, sigue así. Me ha gustado escucharte.


26 de enero de 2015

Una reflexión que comparto...

 Me la han mandado al buasap y creo que es de Forges. O eso dicen...
A ver qué os parece. 

ACTUALIZACIÓN A DÍA 12/10/2016: He recibido una aclaración sobre la autoría de este texto. Al parecer, el escritor ha sido un periodista llamado DAVID JIMÉNEZ.
Dejo enlace aquí, a quien pueda interesar.
Disculpad el malentendido. Sobre todo, mis disculpas más personales a David.
Gracias a José Luis Palma por el aviso.

De lo que no hay duda, es de que el fragmento bien merece una lectura o más...
Felicidades.



EL TRIUNFO DE LOS MEDIOCRES

Quienes me conocen saben de mis credos e idearios. Por encima de éstos, creo que ha llegado la hora de ser sincero. Es, de todo punto, necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera.
Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.
Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros.
Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.
Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.
Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.
Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente
basura.
- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
- Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.
- Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.
- Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.
- Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo”. 


12 de octubre de 2014

El sentimiento de identidad nacional

Pues sí. Me siento española a pesar de todo. Porque España no es sólo el país que se muestra en la noticia que toca, el oportunismo político del signo que sea, la ignorancia que sale a gritar frente a la casa del que considera culpable antes del juicio o la que, irónicamente, aplaude al que le roba a la salida de los juzgados.


19 de junio de 2014

La proclamación del rey Felipe VI


Cara a cara frente al pueblo. Así tiene que mirar siempre la Casa Real a los que justifican su existencia. Con transparencia y comunicación en ambos sentidos. Con profesionalidad y esfuerzo personal.

Deseo que el rey Felipe VI defienda con responsabilidad y eficacia su papel de mediador, de conciliador, de conseguidor.
Deseo que se convierta en un referente firme de España y para España.

Quiero realidades y no utopías.
Cuando las otras opciones se materialicen en algo serio, entonces hablaremos de otras cosas y no de simple y llana destrucción.

18 de junio de 2014

La firma de abdicación













Pues sí. Lo he visto en directo. Me quedo con estas dos imágenes de la ceremonia por lo significativo. El pasado, el presente y el futuro. A ver lo que depara la Historia. Esperemos sean años de estabilidad, de entendimiento y convivencia, de unión sobre todo.

Se trata, sin duda, de un momento histórico para España. Una España que necesita más que nunca algo a lo que agarrarse. Algo firme y serio.

Desde aquí, mi apoyo al Rey. Mi apoyo a nuestro país. Mi apoyo a la democracia.

Estos conceptos NO están reñidos.

7 de septiembre de 2013

Madrid 2020



Aún me pregunto por qué hay gente que sigue tirando todo por tierra, incluso en los momentos en los que necesitamos un soplo de aire fresco, una ilusión, una oportunidad dulce. Me sorprende y no me sorprende esta falta de unión de algunos españoles y estos asquerosos intereses que salen de todas partes; sobre todo de las partes que chupan, que pretenden chupar de alguna manera. Es, curiosamente, fácil para ellas tener cierto número de "seguidores".

No soporto la demagogia que se hace en este país, la vinculación que se pretende hacer de los Juegos y la crisis. ¿Qué sentido tiene?. 

Felicito al Príncipe por su brillante discurso y su apoyo tan importante y valioso. Me ha gustado mucho.
Felicito también a los españoles que apuestan por España. Hoy más que nunca los necesitamos. Nos necesitamos.

Suerte, España.
La mereces.

ACTUALIZACIÓN:

Me acabo de enterar. Supongo que las expectativas creadas por los medios también influyen en esta decepción-desilusión y esa candidatura de París para el año 2024...

A partir de este momento, felicitaré a Estambul o Tokio. A ningún español, por supuesto.

OTRA ACTUALIZACIÓN:

¡Felicidades, Tokio!

13 de mayo de 2013

Se canta lo que se pierde



He regresado a Umbral. Habla aquí de lo cutre, de España, de otras cosas.
Especial su pluma. Parece que aún está la tinta mojada...


Lunes, 3 de noviembre de 1986,

El español y lo cutre

La palabra cutre pertenece a los viejos argots, pero la juventud la ha revitalizado / Hay el cutre involuntario, natural, que da la vida, y el cutre deliberado, como un feísmo, que da el arte / Ignacio Aldecoa fue un veneciano de los poceros, como hoy hay muchos poetas cutres de Fiésole / Lo cutre, como lo sublime, no lo da el tema, sino el creador / Antonio López es la velazquización de lo cutre / Franco fue el gran consagrador de lo cutre / En España, la baudeleriana "nostalgia del lodo" no es sino nostalgia de lo cutre / Lo cutre es una miseria que se cree sublime / Galdós y Baroja, maestros de la cutreidad nacional / Lo cutre no es lo cursi, que está un punto más arriba, ni lo proletario, que está uno más abajo, y a mucha honra / El gran pintor y escritor de lo cutre es Solana / La vigencia estética de lo cutre es el mejor síntoma sociológico de su superación.

La palabra cutre es una palabra rancia de viejos argots, que uno jamás ha usado, pero los jóvenes (los jóvenes creadores, claro) la han revitalizado y puesto en uso, no sin la consiguiente ironía, de modo que ya se puede escribir sobre lo cutre sin quedar cutre.Lo que más le interesa a uno de lo cutre, naturalmente, no es el cutre involuntario, natural, la "herencia recibida" de lo cutre. Lo que más le interesa a uno de lo cutre es, naturalmente, lo cutre como estética, la estética de lo cutre, la fórmula del feísmo nacional que llamamos cutre. Lo cutre, no es sino otro preciosismo. En la última película de Fernán-Gómez, El viaje hacia ninguna parte, hay mucho cutre. Un cutre, deliberado en el que Fernando se recrea, como hacía Buñuel, dándolo directamente, en crudo, sin caer en el esteticismo de lo antiestético. Y aquí de una reflexión literaria sobre lo cutre, con perdón. Un cuento sobre poceros, de Ignacio Aldecoa, en los cincuenta/ sesenta, era tan preciosista como un poema de Gimferrer, padre y maestro mágico de novísimos y postnovísimos, hoy. Porque lo cutre o lo exquisito no están en el tema, claro, sino en el tratamiento. Aldecoa da a las caries de un tabernero un tratamiento exquisito, literariamente excelso. En esto sería un postnovísimo y lo que menos importa es el objeto, la muela picada, sino, como siempre, la escritura. Nuestros porno de los veinte, Hoyos y Vinent y todo eso, quieren hacer la gran novela cosmopolita y europea, a lo Paul Morand, pero se quedan cutres. Y no porque Madrid no sea París, que eso poco cuenta, sino porque ellos no son Paul Morand. No hay gran diferencia, pues, entre el socialrealismo de postguerra y el venecianismo posterior. La diferencia, en todo caso, no está en los temas, sino en quien los trata.


Aldecoa es un veneciano de los poceros (o Ferlosio), y hoy nos invaden los horteras, los cutres de lo veneciano. Nadie se salva por el tema ni por el género, hermanos. Cada cual se salva por sí mismo, o se pierde. Explicado esto, parece indudable que España, a fuerza de ser cutre, siendo cutre a la fuerza, ha reflexionado sobre sí misma y ha hecho de lo cutre (ahora que vamos a estar en el Club de los Diez) un género estético como el barroco jesuita, el tremendismo de Alenza, el geometrismo de Sempere (junto a cuya silla de ruedas me arrodillé en sus últimos momentos), o el cine/comic, de Almodóvar.


Lo cutre, pues, se ha vuelto velazqueño en la pintura de Antonio López, en el cine de Fernán-Gómez y Gutiérrez Aragón, en el teatro de Alonso de Santos, en el género ínfimo interpretado por un aristócrata como Luis Escobar. De lo cutre, que durante siglos ha sido la constante de la vida española los genios hicieron siempre su estética. El Lazarillo, toda la novela picaresca, Quevedo a ratos (pues que Quevedo lo hizo todo, paseándose siempre entre el cielo y el suelo), Vélez de Guevara. El XVIII le pone peluca a lo cutre, pero Galdós y Baroja nos dan ya lo cutre del XIX, retrospectivamente. Joaquín Costa, en su casa aragonesa, dejando la grasa del pelo (no lavado) en la pared donde apoyaba la cabeza, y sus fervientes,
enmarcando esa huella de grasa en el museo/Costa, suponen para mí el máximo fetiche de lo cutre en la Historia de España. Lo he visto y me he mecido en la mecedora de Costa.
Franco fue el gran consagrador de lo cutre. Había que ser cutre (modesto, cumplidor, sufrido) para hacer carrera con Franco, y entre los cien ministros de su mandato de los 40/40 sólo hubo dos hombres con personalidad: Girón y Fraga. El resto es una gris sucesión de cutres con orla.


En estos días se denuncia la progresiva degradación de las calles de Montera y Barco, que siempre fueron calles de lenocinio. Llamar a esta zona "barrio chino", como hace la Prensa, es redimirla, prodigarle un encanto casi turístico. Pero nuestra prostitución es cutre, y ya se ha dedicado en esta serie una entrega a "las niñas".


El español, cuando va a los barrios de putas de cualquier ciudad española, experimenta no sólo el placer que busca, sino ese otro placer, que no busca ni racionaliza, de la inmersión en lo cutre, que los franceses llamaron "nostalgia del lodo". Jardines, Caballero de Gracia, Ballesta, son el eterno barrio chino madrileño, que sólo ahora, irónicamente, va teniendo una cierta nota chinesca, por los restaurantes exóticos que se instalan en ese triángulo mortal de las Bermudas locales. Venta ambulante, incontrolada, zocos callejeros, mendicidad infantil -¿y cómo imaginar unos zocos no callejeros?-, prostitución de esquina, drogas, delincuencia. Es el reino de lo cutre. Uno tiene definido lo canalla como "un cutre que se cree sublime". Basta frecuentar un poco las negras de la calle de la Cruz o las blancas de la plaza Jacinto Benavente para persuadirse de que la puta se cree sublime en el reino de lo cutre. Lo cutre, pues, consta de dos, como los Reyes Católicos: lo cutre canalla y lo cutre honrado, que, naturalmente, es mucho más cutre. Es lo cutre resignado, sin rebeldía canallesca. Lo cutre español está en el cine de Berlanga, en la pintura de Moreno Carbonero y, otras carbonerías, en las novelas de Galdós y Baroja, en la música de Chueca. Es lo cutre asumido (y perdón por la vieja palabra progre).


Uno diría, apurando las cosas, que hay cutre en la poesía de Antonio Machado, que no es sino la gran lírica del aburrimiento nacional, Soria o Baeza, da lo mismo. No sé si ha quedado dicho en este capítulo, pero son cutres Galdós y Baroja, porque aceptan gozosos la cutreidad española, mientras que no lo es Valle-Inclán, que trata lo cutre, estableciendo una distancia estética, o Cela, que establece siempre una gran distancia irónica: pero esto ha quedado claro a propósito de algunos socialrealistas de la segunda generación de postguerra.


Lo cutre, en fin, es la gran tentación nacional, y a cualquier director de cine le sale mejor una pensión con los resortes de la luz de perilla que con los de suave tacto como casual, que, por otra parte, pueden ser igualmente literarios, como nos ha demostrado el cine americano. Lo cutre, superado en España por la novela y la, poesía, sigue vigente en el cine porque los realizadores consideran más fotogénica la pobreza que el lujo o la técnica. Sobre todo, los realizadores intelectuales, claro. Lo cutre sigue vigente en la vida española, en algunos cafés, en algunas pensiones, y hay que tener muy fina hiperestesia para diferenciar lo cutre de lo proletario. Lo proletario no es cutre. Lo proletario enseña una estética más ruda y, sobre todo, ha sido dignificado como "depositario de la Historia". Lo cutre es la clase media baja, que no da para más. Lo cutre es aquello que Gómez de la Serna llamó "lo cursi", y sobre lo que hizo un ensayo genial en la revista de Bergamín, Cruz y Raya, que por sus signos (X / -), Juan Ramón Jiménez llamó "la revista de más o menos". También Benavente escribió una comedia sobre lo cursi, y luego se dijo cutre, y ahora vuelve a decirse, porque los jóvenes repescan irónicamente algunas palabras del argot paterno, como "pendón". Así, Olvido Alaska dice que "Drácula es un poco pendón".


La diferencia está en que lo cursi es una mediocridad que se cree sublime (como lo canalla), mientras que lo cutre ya no espera nada de la vida, es más natural, más crudo, más rudo, más directo, y huele más y mejor a urinario de pueblo. El español, en el fondo, ama lo cutre, porque se ha criado, generalmente, en la cutreidad, como ama lo cursi porque, al decir de Ortega, "lo cursi abriga". Lo cursi es un subrayado rosa e innecesario de la vida, y lo cutre es la vida tal cual, en directo, con su aldeana pretensión de confort.


El gran pintor y escritor de lo cutre es don José Gutiérrez Solana, naturalmente, que pintó y escribió las gallinejas de Ventas mejor que todo el 98 y sucesores. Solana es un señorito santandérino, un poco burro, que se queda estupefacto ante lo cutre de Madrid, que ve como el reborde ebanístico y sobrante del espejo, como lo gordo de la carne. Otros han pintado lo cursi, pero Solana pinta directamente lo cutre, y de ahí su grandeza. Es el Van Gogh, igualmente loco, pero con dos orejas, de las giganteas rnadrileñas de lo cutre, que son esas giganteas que aún se venden los domingos, por las esquinas con soldados, como girasoles del sol de los pobres.


Lo cutre, en fin, a medida que lo vamos superando y olvidando en la vida, tiene más vigencia en el arte, y ahí está, ya digo, lo cutre, estilizado, velazquizado, en la pintura genial de Antonio López, en el cine de Berlanga, Fernán-Gómez y Gutiérrez Aragón.


Para un sociólogo, esta vigencia estética de lo cutre será, sin duda, el mejor dato de su superación social y económica. Como dijo don Antonio, sin ser economista, "se canta lo que se pierde".

19 de marzo de 2013

Suspiros de España

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Iba a poner Suspiros de España pero esas Lágrimas negras me han seducido de nuevo. Pensaba en esta España dolorida. Pensaba en los ecos de Chipre, del resto de Europa. Pensaba en el dolor de los pequeños a costa del lujo de los grandes. Pensaba en que, a pesar de todo, vamos a aprender muchas cosas. Ya estamos aprendiendo...


17 de febrero de 2013

Las caídas y la necesidad de "mitos"





Al final la realidad nos da en las narices sin remedio. Supongo que necesitamos "admirables" para seguir viviendo, aunque a veces tengamos que edulcorar historias y ponerles una pizca de imaginación inocente. Da igual. Es lícito auto-engañarnos si el fin es tan necesario, tan humano quizá.

Lo que me produce náuseas y profunda tristeza es ese disfrute con la caída ajena. 
Se frotan las manos tantos...

15 de febrero de 2013

Me importan un bledo los Goya


Me importan un bledo a pesar de que pueda ser injusta porque sólo he visto Lo imposible

De verdad, no puedo evitar sentir rechazo ante este tipo de espectáculos que intentan elevar, en muchas ocasiones, una bazofia al reino de las alturas. Estoy aburrida, sinceramente. Aburrida de esta gente y de sus discursitos baratos y de su cine generalmente pobre. Aburrida de lo superficial, de las alfombras que esconden sucios intereses bajos su brillos colorados, de la hipocresía, de la polític-UCHA que se respira en estos actos, del humor "intermedio" que está disfrutando tanto con la sangre derramada de este país moribundo; no olvidemos que es el país de TODOS, de los unos y de los otros...

Lo siento. Hoy estoy pesimista. Mucho.
España me duele y no sabéis cuánto.

2 de febrero de 2013

Perdido, encontrado, escondido tanto tiempo...

Perdido, encontrado, escondido tanto tiempo.
Será pastor semidiós honrado:
Cuando la luna acabe su gran siglo.
Por otros vientos será deshonrado.
Perdu, trouvé, caché de si long siecle,
Sera pasteur demy Dieu honoré:
Ains que la Lune acheve son grand siecle
Par autres vints sera deshonoré.


Fuente: Nostradamus en la cultura popular

Hace no tanto tiempo se colgó esta entrada en el saloncito. Hoy, con lástima, debo reconocer que esa "ligera" esperanza que se podía advertir entre las líneas en su día, ha desaparecido. ¿Qué nos está pasando? ¿es España un país bananero? ¿somos todos o la mayoría bananeros? ¿cogerían los que critican ahora con rabia a los políticos los fáciles SOBRES?

Creo que España, a pesar de todo lo que está ocurriendo, también tiene mucho que ofrecer. Se han hecho cosas increíbles a base de trabajo, de lucha, de ilusión. Siguen existiendo profesionales, personas dispuestas a dar lo mejor de sí mismas en beneficio del interés general. Y me atrevería a decir que también son muchos lo que desean con todas sus fuerzas que los VALORES vuelvan constituir la base de la actuación de una sociedad, ahora inmensamente perdida.