2 de abril de 2007
3 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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A través de este hermoso cuadro, una reflexión sobre la felicidad y lo absurdo que es a veces el ser humano...tras su búsqueda insaciable se pierde en los escaparates de los centros comerciales, sin pararse a meditar por un momento que quizá fuesen aquellos tiempos de "desgracia" los más felices...
ResponderEliminarSe ve que el bueno de Virgilio nunca cogió un sacho...
ResponderEliminarY entre sacho y sacho, una siestecita, que seguro valoran más que los amos y señores...
ResponderEliminar:)