16 de mayo de 2007
4 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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Me gustan los soportales, tienen un encanto que no puedo explicar. En cada lugar que encuentro algunos, tengo que pasear entre ellos.
ResponderEliminarTe habría encantado Chambéry, es una ciudad con una gran parte antigua, llena de callejones cerrados, como un túnel(pero bien iluminados)que te llevaban a otra calle mayor, a una plazoleta, a un patio descubierto como las casas andaluzas... tenían mucha historia, pues las puertas tenían grabados de madera, en la piedra.
Todo el mundo quiere conocer París, y hay otros lugares en qué perderse.
A mi siempre me han gustado los soportales y pasear por ellos...
ResponderEliminarUno se resguarda del calor del mediodía y disfruta de ese ambiente acogedor que crean, en las pequeñas plazas porticadas de unos pueblecitos dignos también de visitar...
La foto es de Riaza? En Tendilla también hay...
ResponderEliminarPodría ser en Riaza...
ResponderEliminarNo es mía la fotografía pero me gustó muchísimo, y, sobre todo, lo apacibles que parecen los protagonistas...quizá hablan de antiguos amores de juventud...
;)