16 de junio de 2007

Antonio Machado


Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario.
Girando en torno a la torre y al caserón solitario,
ya las golondrinas chillan. Pasaron del blanco invierno,
de nevascas y ventiscas los crudos soplos de infierno.
Es una tibia mañana.
El sol calienta un poquito la pobre tierra soriana.

Pasados los verdes pinos,
casi azules, primavera
se ve brotar en los finos
chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente.
El campo parece, más que joven, adolescente.

Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!

¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera,
espuma de la montaña
ante la azul lejanía,
sol del día, claro día!
¡Hermosa tierra de España!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por qué le llaman amor cuando quieren decir sexo.

Por qué le llaman España, cuando quieren decir...Castilla.

España no existe.

Campu dijo...

La verdad es que leyéndola pensamos en Castilla, no en España...y sobre todo en estos últimos tiempos en los que los trocitos saltan por cualquier rincón sin saber apreciar lo que tenemos al lado...

Campu dijo...

Por cierto, es el pueblo de mi madre...cuando la primavera derrite el hielo del alto de la sierra...