Antes no apreciaba los bodegones...
Ahora he aprendido a valorarlos y a mirarlos con unos ojos mucho más agradecidos...
Realmente, se merecen mucho más...
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
Es la pintura de lo común, sin tiempo, sin historia, sin discurso, sin mensaje.
ResponderEliminarEs una poesía a lo cotidiano.
Me gusta, Mendiguiño...ese homenaje a lo cotidiano...
ResponderEliminarNo hay algo más bonito que la naturalidad y lo cotidiano; ese azucarero descascarillado que has visto desde niño...
(el otro día no fui capaz de tirarlo)...
Hiciste bien.
ResponderEliminar;)