Un lugar de recogimiento. Una iglesia que no olvidaré, por su hermosura, a pesar de lo que se indicaba en nuestra guía de viaje:
La rue Garancière arranca del Petit Luxembourg en dirección norte hasta encontrar un poco más lejos la impresionante iglesia de Saint-Sulpice. Excluyendo el órgano, uno de los mejores de París, y el mural Jacob luchando con el ángel, obra del pintor Eugène Delacroix, el interior del templo presenta escaso interés...
Un visita recomendada si vais a visitar esta ciudad. Lástima no haber podido disfrutar de su fachada tan increíble por las obras de restauración que se estaban llevando a cabo actualmente. Por otro lado, me alegro de que la vuelvan a vestir para que se pueda mostrar a París con todo su esplendor de nuevo; aquél del que presumió, seguro, ya en su momento...
Mi homenaje es hoy para ella...
La rue Garancière arranca del Petit Luxembourg en dirección norte hasta encontrar un poco más lejos la impresionante iglesia de Saint-Sulpice. Excluyendo el órgano, uno de los mejores de París, y el mural Jacob luchando con el ángel, obra del pintor Eugène Delacroix, el interior del templo presenta escaso interés...
Un visita recomendada si vais a visitar esta ciudad. Lástima no haber podido disfrutar de su fachada tan increíble por las obras de restauración que se estaban llevando a cabo actualmente. Por otro lado, me alegro de que la vuelvan a vestir para que se pueda mostrar a París con todo su esplendor de nuevo; aquél del que presumió, seguro, ya en su momento...
Mi homenaje es hoy para ella...
Las sillas vacías nos hablan de ausencias, de lo que pudo ser y no fué, o de lo que está por venir. Y si, son un tema fotográfico fantástico. Por cierto, en este caso, bien resuelto.
ResponderEliminarSaludos!
Martín, es un placer leer tus palabras. Debo decir que esta fotografía es un regalo del interior de esta iglesia y de la bondad de la cámara...
ResponderEliminarEspero tener algún día tiempo para aprender, por lo menos, las técnicas básicas de la fotografía.