25 de febrero de 2008

Ya sube el telón...


Nada nuevo se cocía en el debate en estos momentos; me refiero a lo que todos esperábamos, acostumbrados ya a tanto teatro y a la falta de información sobre soluciones concretas frente a problemas palpables.
Quizá un Zapatero algo sonrojado y con palabras algo entrecortadas, y un Rajoy que incluso era capaz de sonreír entre turno y turno de palabra, y de llamar mentiroso al candidato que tenía enfrente de una forma directa y clara.
Pero, por lo menos hasta lo que yo he visto, seguimos igual... echando en cara verdades, mentiras, resultados maquillados según convenga, y no aportando lo que todos queremos saber, lo que necesitamos saber.
Lo que esperaba. Desgraciadamente.

3 comentarios:

Campu dijo...

Dos candidatos (nada más), mucha publicidad, mucha imagen, mucho maquillaje y un fondo de plató gris para no distraernos de discursos repetitivos,aburridos.
Me he venido a la habitación porque realmente lo estaba pasando mal: una sensación de vergüenza ajena, de malestar general, de impotencia y de una ligera mala leche (por aquello de que no es recomendable acostarse de malas)...

Si me he perdido algo...

Anónimo dijo...

¿Que no has visto el debate?. Serás antipatriota ;)

Campu dijo...

Con lo que me gusta a mí España, Liza... :)

Ahora toca resaca del debate de ayer...

Hoy, como tampoco era de extrañar, son ambos ganadores (tampoco sé muy bien a qué se refieren cuando dicen que son ganadores) y los dos candidatos lo hicieron de maravilla, según sus respectivos amiguetes...

Rajoy sacó su fuerza de una forma un tanto desacertada en algunos momentos, sobre todo en ese comentario que pude escuchar sobre las víctimas del terrorismo.
Y Zapatero las esquivó como pudo, a veces con bastante dificultad y con cierta desesperación.

El papel de la oposición siempre es menos complicado en estos casos, ya que el que debe enfrentarse a la calificación de los deberes realizados es el oponente. Pero también hay que saber actuar desde este lugar y, desde luego, el PP no ha sido capaz de sacar tajada en unos años en los que bastaba con quedarse en silencio...