24 de julio de 2008

El viajero de las ventanas se llama mirada

Una frontera es una línea que separa dos territorios, dos cosas o dos estados diferentes. Cruzar una frontera significa dejar un tiempo y comenzar otro, pisar algo que se acaba y algo que empieza. Pensamos en las fronteras cuando viajamos, cuando pasamos de un país a otro, cuando enseñamos nuestro pasaporte para poder entrar en una sociedad distinta, tal vez con otra lengua, otra moneda, otra religión, otros horarios para comer y otras costumbres. Las ventanas son también una frontera, y por eso están sometidas a las cosas separadas por la palabra otro. Las ventanas separan el interior y el exterior, la vida privada y la vida pública, el ámbito doméstico y la calle, el domicilio particular y la naturaleza.
El viajero de las ventanas se llama mirada.

Fragmento del texto escrito por Luís García Montero "Muchacha en la ventana", que acompaña a la edición del póster motivo del programa "Una entre 571", organizado por el Departamento de Educación del MNCARS el pasado 18 de mayo de 2007 , por la celebración del Día Internacional del Museo.

Esos días estuve por Madrid y decidí ir al Reina Sofía para pasar una mañana entre cuadros y entre arte. A la entrada del museo, me enteré de que se iba a realizar la elección de la obra que daría continuidad a la colección de pósteres sobre la colección permanente, iniciada un año antes con Guernica. Historia de un cuadro. Los participantes teníamos que decidirnos por una, describir lo que sentíamos frente a ella en aquellas escasas líneas de papel e introducir la papeleta en los buzones transparentes.
Me entusiasmó la idea y de repente me vi dentro de las salas como una niña que tiene que elegir entre mil piruletas de hermosos colores y sabores ¡y sólo una!...

Finalmente, después de un café tranquilo con el periódico del día y el recuerdo del paseo, me decidí por esta obra que esta vez no pudo ser la elegida:


Hace unos días recibí la lámina. Fueron 2.500 personas las que participamos y, entre 571 obras de la colección permanente expuestas en aquel momento, resultó elegida por mayoría Muchacha en la ventana, de Salvador Dalí. Felicidades.

5 comentarios:

Campu dijo...

Si, como decía Marcel Proust "el único verdadero viaje (...) sería el de no andar hacia nuevos paisajes, sino tener otros ojos", ahora iniciamos uno para el que el poeta nos presta los suyos; un viaje que nos conduce hasta la habitación donde una cálida tarde de verano una muchacha, atraída por la escena que se cuela desde la ventana, abandona la labor para contemplar el paisaje.
¡Feliz viaje!

Maria Jesús de Domingo. Jefa del Departamento de Educación.

Campu dijo...

Buenas mañanas a todos,

antes de leer las noticias del día me dispongo a añadir a esta entrada una observación ya comentada, seguro, en posts de arte anteriores.
El cuadro de Anglada i Camarasa que se presenta aquí hay que verlo aparecer...Como todo, uno debe tocar con sus ojos las obras, tenerlas cerca, sentirlas, vivir por los trazos del pincel todo lo que sentía el artista.

Estaba recordando ahora, esa sensación en la National Gallery de Londres cuando tuve enfrente esos girasoles de Van Gogh. Ahí entendí perfectamente el sentido de su fama.

Dulces días. Por aquí, nublados.
:)

Anónimo dijo...

Una frontera maravillosa la del amanecer con esas vistas, seguramente eran las que tenia Dali, en Calella al amanecer.
saludos

Campu dijo...

Sin esperas, sin grandes acontecimientos. Sólo la paz de un paisaje mediterráneo que ya se conoce y que se puede disfrutar una y mil veces...

Campu dijo...

Hoy, 25 de julio, ¡Felicidades Galicia!