Antes del amanecer de ayer, decidí salir a recorrer la sierra con la única compañía de mi cámara. Una experiencia muy recomendable para poder adivinar entre el paisaje esa naturaleza diminuta, que sin sensibilidad suficiente pasa desapercibida a ojos del caminante.
Soy totalmente consciente de que no soy buena fotógrafa pero me atrevo con gran osadía a dejar aquí un trocito semejante a lo que vieron mis ojos, cuando en un íntimo encuentro me vi inmersa entre las montañas, el agua, la brisa, el sonido suave y dulce del paisaje cuando se despierta.
2 comentarios:
Cuanta naturaleza en estado puro, cuantos objetos y recuerdos de otros tiempos, que aparecen al pasar el viejo porton de madera. :)
Es increíble la cantidad de oportunidades de disfrutar que nos podemos perder si no nos detenemos un momento.
Gracias por tu visita, rc.
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