14 de octubre de 2008

Un rincón especial de París...




Ese París que no desea dejar escapar el arte que nació en estas calles, en estos lugares en los que la creatividad y las vidas oscuras dejaban paso a un impresionismo pintado con fuerza; la fuerza de una existencia que se vive deprisa, entre músicas de cabaret y luces retratadas.

Un día Picasso metió todas sus pertenencias en cajas y se marchó a París por cuarta vez. Había decidido instalarse en Francia definitivamente. Su nuevo alojamiento, en un ruinoso edificio de estudios, estaba situado en el centro de la bohemia parisina en la calle Ravignan, en Montmartre.
...
Se reunían, la mayoría de las veces, en el bar "Le Lapin Agile". De vez en cuando, también se unían los poetas Guillaume Apollinaire y Max Jacob. El dueño del café se llamaba Frédé. Aceptaba también cuadros como forma de pago-y esto era lo que les hacía a él y a su café ser tan atractivos-. De esta forma, consiguió una magnífica colección, entre los que naturalmente había una obra de Picasso: "En el Lapin Agile", una composición inspirada en la época de Tolouse-Lautrec, con Picasso como arlequín y Frédé como guitarrista.


De Picasso. Ingo F. Walther. Taschen.

5 comentarios:

Campurriana dijo...

Un pequeño regalo para el Duende de la isla...

Felices sueños.

Anónimo dijo...

Gracias, Campurriana, por este precioso regalo.

Me gusta desde la composición, la gama de colores que percibo desde mi daltonismo, hasta el gesto ensimismado de los personajes absortos no se sabe si en la música o en sus sensaciones.

No conocía este cuadro de Picasso pero lo siento cercano.

Que pases un buen día.

Anónimo dijo...

Unas fotos preciosas y muy bien presentadas sobre el tema, excelente regalo para un amigo.
Saludos.

Sylvia Otero dijo...

Hola Campurriana,

Muchas gracias por traerme a tu blog.

Tiene muchas entradas interesantes que leeré con más detenimiento. Yo no tengo blog, pero leo y comento unos pocos.

Yo no sé si volveré a Paris alguna vez. Estoy un poco lejos ... Pero uno nunca sabe.

No sabía si iba a conocer la casa de mis abuelos en Valiño, cerca de Mondoñedo Y LO LOGRE!! Puse la foto en mi perfil

Que tengas un buen día tú también!!

Un beso desde Montevideo, URUGUAY

Campurriana dijo...

Julio, el regalo casi fue mío porque al leer tu entrada recordé ese viaje a París recorriendo de nuevo las fotografías...

Riveiro, soy una aprendiz entre artistas. ¡Qué se le va a hacer si me rodeo de interesantes blogs de fotográfos y poetas!...
:)

Silvia, muchas gracias a tí por pasar. Imagino que sabrás que este sitio está salpicado de tierras gallegas. Por cierto, supongo que probarías esa famosa tarta de Mondoñedo tan rica con cabello de ángel. Recuerdo aun cuando conocí al Rey de las Tartas...

Felices sueños a todos.