29 de noviembre de 2008

Los secretos de Santiago de Compostela...

Fuente de la fotografía: Santiago de Compostela

Una semana más recorriendo las calles de mi nueva ciudad. En ellas se escuchan los susurros de los caminantes que vienen de lejos y es allí donde muchas personas desean contar su historia, la razón por la que se acercan a las piedras que dibujan Santiago de Compostela.

Sigue lloviendo y el frío se calma con tazones calientes de caldo recién hecho. El otro día conocí a un peregrino que cumplía una promesa, que escribía las memorias de un viaje en el que había encontrado sentido a una vida que se escapa presurosa hacia un lugar que aun no conocemos los que estamos vivos. Contaba que, sin creer en Dios, era un hombre feliz que veía por fin colocadas las piezas del rompecabezas de su anterior existencia. Allí, en el destino final de su camino, descubrió que quería hacer algo diferente a partir de ahora porque el mundo al que había criticado sí tenía algo bueno que ofrecer. Quizá el corazón de las gentes que caminaron con él...

8 comentarios:

Amio Cajander dijo...

pues saludame cuando a la vuelta de la esquina nos crucemos

Campurriana dijo...

No lo dude, Sr. Cajander. Su estilo es inconfundible.

maria gemma dijo...

Campurriana, Santiago de Compostela (¿tu nueva ciudad?)... bellísima ciudad... estoy deseando volver... sin creer en Dios, pero si en la “multiculturalidad” de esta ciudad... en esas calles que hacen que entres en el pasado bien conservado... una ciudad que invita al estudio... a la lectura... con gente que aprecio y con la que me siento cómoda... en casa...

Un abrazo desde Cantabria

Campurriana dijo...

De momento instalada en Santiago, Gemma. Quizá mañana me encuentre en Toledo, en Madrid, incluso en Cantabria...
Ya sabes que la vida da tantas vueltas que uno no conoce su próxima parada.
Suena emocionante, ¿verdad?...

:)

Felices sueños y me alegro de que te guste esta pequeña gran ciudad. Tienes razón con eso de que invita a la lectura...su historia pesa y eso se tiene que notar.

Anónimo dijo...

Bonita y sugerente entrada, por la ciudad, porque sea, de momento, tu nueva residencia, por esa gente 'especial' con que te cruzas y por compartir estas hermosas-sencillas experiencias.

Tranquila tarde de Domingo en esa ciudad multicultural, acogedora y siempre punto de referencia: (Campus Stellae)

Fran dijo...

Ningún problema. Faltaría máis! :)

Anónimo dijo...

Como te pega esta ciudad!! Yo creo que cada quien tiene una ciudad a medida para vivir en ella. Digo ciudad pero tambien incluyo pueblos y aldeas que sin lugar a dudas tambien tienen su encanto especial.. Aunque sin duda como te dije Santiago es la tuya. Ya veo como la estas disfrutando..
Ya sabes que os leeo a ratitos pero en la retaguardia y como prometí me paso al frente a publicaros comentarios
Admiro tu constancia en el blog y me sorprende de donde puedes sacar el tiempo!! Sigue sigue
Saludos a tod@s

Campurriana dijo...

Náufrago, ahora estoy entre una ciudad y otra: la de cristal y la de piedra...
Es una suerte tenerlas tan cerca.

Gracias, Brigantium. Os recomiendo un paseo por su blog tan interesante...

Rosi, ¡qué sorpresa!...
Todas las ciudades tienen algo. Eso sí, echo de menos el mar. De momento las gaviotas llegan hasta aquí...
:)

Feliz tarde-noche de martes a todos los navegantes.