8 de diciembre de 2008

Treintañera Constitución...

No quería dejar pasar estos días sin felicitarla, ya que ha pasado a ser una treintañera a la que le queda todavía mucho camino por recorrer y ya tiene también algún camino recorrido. Es curioso darse cuenta poco a poco de todo lo que puede salir de sus 169 artículos. Tras ella, un río de historia y de intenciones. Intenciones que deben continuar desarrollándose aún hoy en día para que podamos tocarlas de verdad con nuestras propias manos, para que algunos de sus artículos dejen de ser únicamente propósitos que quedan bonitos plasmados en papel.
Seguramente podría haber sido mejor. De eso no cabe duda. Creo, de todas formas, que se trata de un buen comienzo que ha dado a España fuerza para seguir adelante, para salir de una época de encierro en la que empezaban a faltar los aires renovados de un mundo que explotaba ahí fuera.
La he leído ya unas cuantas veces y cada vez que la vuelvo a leer sigo abriendo los ojos hacia el pasado, hacia el futuro, hacia el propio presente que se mueve entre sus artículos cada día.
Este largo fin de semana lo he vuelto a hacer y sigo aprendiendo con ella. Partimos de un texto que marca unas pautas, un recorrido a seguir, y a partir de ahí nos toca desarrollarlo a través de leyes, de comportamientos, de hechos en definitiva.
Se habla de la indisoluble unidad de la Nación española, del pluralismo político, de libertad y de igualdad, del fomento de la cultura, de la mayor protección que reciben determinados derechos y también determinados colectivos. Dentro de ella caben políticas de muy diferentes signos que deben reunirse en algún punto común que sirva de vínculo.
Obviamente, a partir de esta Constitución han surgido muchos debates respecto a la ilegalización de partidos, inmigración, derecho a la intimidad, derecho a la propia imagen, discriminación por razón de sexo, de religión o cualquier otra condición personal o social, libertad de expresión, cambio del sistema electoral, vivienda, trabajo. Aparece también la crítica a ese toque político de la justicia o de los medios de comunicación, cuestionado constantemente, como también se cuestiona la figura de la Monarquía, el orden de la sucesión en el trono, la delimitación de las competencias Estado-Comunidades Autónomas, la definición de las mismas…

Dejo plasmado, para finalizar, uno de los artículos que no deja de resultarme curioso por todo lo ocurrido recientemente…


Artículo 47.- Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.
La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.


Y a vosotros, ¿qué os parece la Constitución?...

5 comentarios:

Anderea dijo...

Campurriana,

antes de nada, enhorabuena por vuestro blog: su claridad, su redacción, su medida, su frescura...

Respecto a la Constitución, pienso que ha cumplido su función y que, no sé si antes, durante o después de la nombrada crisis, hemos de empezar a considerar su relevo.

Es cierto que mi deseo ideológico y la noción que tengo de estrategia no coinciden, pero me gustaría tener el placer de vivir una Iberia diferente antes de irme de aquí.

Una realidad no monárquica, quizá republicana, quizá federal.

Llevo mucho tiempo esperando.

Así que hoy agradezco la función de transición de aquella Constitución a la que entonces dije no, pero me uno a quienes consideran que ha de ser retirada ya.

Campurriana dijo...

Anderea, gracias por tu comentario y bienvenida serás siempre que quieras a este humilde saloncito.

Una aportación interesante la tuya. Yo no tuve la oportunidad de votar o o no votar porque era muy pequeñita cuando ocurrió todo aquello. Sin duda, un momento muy decisivo para España en el que se movían las entrañas del país...mucho más que ahora que parece que nos da todo igual.
¿Dónde habrán quedado esos ideales de juventud?...

Un saludo desde La Coruña.

Anderea dijo...

Los míos, Campurriana, se han venido conmigo durante estos treinta años.

Convertidos en principios que han guiado mi vida (decisiones, dedicación de tiempo y dinero), en aquello que ha estado en mi mano hacer. Sabiendo que me he equivocado en ocasiones y que, en otras, he "escurrido el bulto" por cansancio, miedo...

Los ideales de otros, no tengo ni idea de dónde han ido a parar.

Toño dijo...

Hola Campurriana, gracias por pasarte! ;) Veo que coincidimos en temática, en este caso. El artículo 47 es ése que debería figurar en la entrada de cualquier agencia inmobiliaria, cual ristra de ajos espanta vampiros :D Pero no lo verán nuestros ojos, me temo...

Saludos

Campurriana dijo...

Anderea, al final lo importante es que nuestros comportamientos sean coherentes con lo que pensamos, con lo que deseamos...Me parece una buena forma de verlo y te aplaudo por ello. Nuestros ideales no deberían morir nunca aunque nos lo pongan muy difícil a veces.

Toño, me ha hecho gracia y me gusta la idea. El artículo 47, uno de los grandes olvidados...

Quería añadir a este pequeño debate el temor que siento al pensar en reformas constitucionales...¿llegaríamos a ponernos de acuerdo?...