Fuente de la fotografía
Esta mañana sobre las seis y media de la mañana, al pasar por delante de la ventana del salón, me he llevado una gran sorpresa: el paisaje nevado de una ciudad aun sin pisar.
La capital estaba preciosa aunque luego entendí mejor a Logio, porque con tacones y el suelo lleno de nieve, pasear por Madrid se convierte en una actividad de alto riesgo.
Aun así, ha merecido la pena.
:)
Si estás de una pieza te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues de milagro pero sí.
ResponderEliminar:)