Sorolla muy cerca...

Finalmente, he podido visitar la Casa-Museo de Sorolla en Madrid. Bellísima colección que nada tiene que ver cuando se disfruta cerca. Y muy cerca hemos estado, admirando su forma de pintar una vez más... Algunos cuadros ya los había visto por sus innumerables viajes, y otros por vez primera aunque, sin duda, ya forman parte de la gran familia de los museos virtuales o de los libros de arte.

Me han llamado la atención especialmente dos: Trata de Blancas y Una investigación.

Hay otro que no he encontrado por la red que me ha gustado mucho. Era una mujer de espaldas en un paseo al lado del mar. Una composición muy romántica con el color blanco como protagonista. Ni siquiera conozco su título. Si alguien lo encuentra, me encantaría guardarlo en la colección de imágenes que tengo en mi escritorio.

Respecto a la casa de Sorolla, también merece la pena detenerse en los detalles que no forman parte del conjunto de cuadros; su jardín, con influencias andaluzas e italianas, su aire decadente y su inmensa paz, y la casa con sus hermosos muebles, las cerámicas, las esculturas, los adornos, las pinturas que decoran las propias paredes, las fotografías...

Por un momento he vuelto a un tiempo pasado y me he visto entre los salones y despachos de un hogar de principios del siglo veinte en el que la vida transcurrió dejando una huella importante. Sin duda, una familia que pudo disfrutar de la cultura en unos tiempos que fueron difíciles para muchos, que ni siquiera tuvieron la oportunidad de saber qué era exactamente lo que se estaban perdiendo. Aun así, no dejo de agradecer este legado, que ahora sí podemos disfrutar todos.

Os dejo por el momento, navegantes. Me espera la fría noche de Madrid. O caliente, según se mire...

:)