6 de enero de 2010

La pequeña gran ciudad de Zamora...


Las cigüeñas nos han acompañado en este viaje por Castilla. Nuestro destino es ahora la provincia zamorana, en la que la Semana Santa se siente de una forma especial. Imaginaba procesiones silenciosas mientras admiraba las numerosas iglesias que visten Zamora. Su bellísima catedral, que parece de juguete, es diferente a todas las demás que he conocido. Seguimos adentrándonos en sus calles, en sus bares de vinos y tapas, en su jolgorio tranquilo.

Y allí, vista desde el otro lado de la muralla al atardecer, parece un cuadro...














5 comentarios:

Campurriana dijo...

Sin embargo, deseo añadir que salimos del Museo Catedralicio muy decepcionados por las pésimas condiciones en las que se encontraba la valiosa colección de tapices flamencos, donada a la ciudad por el Conde de Alba y Aliste en el año 1608. Las húmedas salas, alguno de los tapices colocado entre dos estancias, e incluso uno de ellos en dos paredes doblado en la esquina!!!

También vimos dos cuadros totalmente estropeados por falta de restauración, de dinero, supongo...

Quería dejar constancia de mi queja aquí. No deberíamos permitir esto en un país en el que la riqueza cultural es extremadamente valiosa como para que obras de arte desaparezcan sin más.

Ripley dijo...

hola Campurriana me alegra saludarte y verte de nuevo en casa. se que estuviste por Madrid y hubiera sido un gusto conocerte en persona pero las fechas no dejaban mucho tiempo libre, bueno otra vez será. he visto con deleite tus ultimas fotos castellanas, se ve que te pateaste bien las ciudades. un besote

Luis López dijo...

Saludos, paisanuca. ¿No tomaste un pincho en "Los caprichos de Meneses"?

Campurriana dijo...

Ripley, he aprovechado bien las vacaciones. A ver si tengo oportunidad de volver a cazar un viajecito pronto...¡¡Es lo que más me gusta!!

Un saludo a la blanca capital.

Campurriana dijo...

Luis, una penita no saberlo antes porque iría a probar alguno de sus platos...

Estuve en un sitio que se llama "Los abuelos" que me gustó mucho. El chico que atiende en la barra es un fenómeno, y las mollejas espectaculares...

¿Lo conoces?