24 de agosto de 2010

Y el gato de Cheshire aparece de nuevo...


La sonrisa del gato de Amio la encontré al fin en una de las calles santiaguesas. Allí estaba desafiando el caminar de los peregrinos que buscan un sentido a sus días.

¿Qué estará pensando ahora?

Seguro que nos sorprendería.

3 comentarios:

  1. Recien regresado de vacaciones.

    Leere poco a poco tus posts...!

    :)

    Un abrazo.

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  2. Me encanta ese gato. Y me encanta que seamos tantos los que compartimos afición por él. Deberíais comprearlo los que vivís por allí y convertirlo en el símbolo de la pandilla virtual. Cheshirinos que vamos siendo ;))

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  3. Creo que no se puede comprar, Justine. Lo imaginaremos siempre tras el cristal, con esa sonrisa que será la última en desaparecer del escaparate santiagués...

    Bellísimos gatos cheshiriños.
    ;)

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