"Los inmigrantes no franceses deben adaptarse (...) estoy cansado de que esta nación se preocupe por saber si ofendemos a determinados individuos o a su cultura. Nuestra cultura se ha desarrollado en luchas convertidas en victorias por millones de hombres y mujeres en busca de la libertad.
Nuestra lengua oficial es el francés (...) En consecuencia, si ustedes desean formar parte de nuestra sociedad, ¡aprendan la lengua!
La mayoría de los franceses creen en Dios. No se trata de una obligación cristiana, de la influencia de la derecha ni de presión política, pero es un hecho, porque hombres y mujeres fundaron esta nación sobre principios cristianos, y ésto se enseña oficialmente.
Es perfectamente adecuado difundirlo en los muros de nuestras escuelas... Si Dios les ofende, les sugiero que consideren otra parte del mundo como país de acogida, porque Dios forma parte de nuestra cultura.
Nosotros aceptamos sus creencias sin cuestionarlas. Lo único que les pedimos es que acepten las nuestras y que vivan en pacífica armonía con nosotros.
Éste es nuestro país, nuestra tierra y nuestro estilo de vida. Y les ofrecemos la oportunidad de aprovechar todo ello.
Pero, si están cansados de nuestra bandera, de nuestro compromiso, de nuestras creencias cristianas o de nuestro estilo de vida, les recomiendo calurosamente que aprovechen otra gran libertad francesa: el derecho a marcharse. Si no son felices aquí, que se marchen. No les hemos obligado a venir. Han pedido estar aquí.
Acepten, pues, el país que han elegido".
Nuestra lengua oficial es el francés (...) En consecuencia, si ustedes desean formar parte de nuestra sociedad, ¡aprendan la lengua!
La mayoría de los franceses creen en Dios. No se trata de una obligación cristiana, de la influencia de la derecha ni de presión política, pero es un hecho, porque hombres y mujeres fundaron esta nación sobre principios cristianos, y ésto se enseña oficialmente.
Es perfectamente adecuado difundirlo en los muros de nuestras escuelas... Si Dios les ofende, les sugiero que consideren otra parte del mundo como país de acogida, porque Dios forma parte de nuestra cultura.
Nosotros aceptamos sus creencias sin cuestionarlas. Lo único que les pedimos es que acepten las nuestras y que vivan en pacífica armonía con nosotros.
Éste es nuestro país, nuestra tierra y nuestro estilo de vida. Y les ofrecemos la oportunidad de aprovechar todo ello.
Pero, si están cansados de nuestra bandera, de nuestro compromiso, de nuestras creencias cristianas o de nuestro estilo de vida, les recomiendo calurosamente que aprovechen otra gran libertad francesa: el derecho a marcharse. Si no son felices aquí, que se marchen. No les hemos obligado a venir. Han pedido estar aquí.
Acepten, pues, el país que han elegido".
Palabras del Primer Ministro francés, François Fillon
Las he leído en el blog de Jota Ele. Me parece interesante mostrarlas también en el saloncito.
ResponderEliminarRespetemos si queremos ser respetados. Es la única manera de un convivencia tranquila y enriquecedora.Es el esfuerzo principal por ambas partes - incluyo a los 'nativos entre sí - si queremos ser un país y no una jaula de grillos.
ResponderEliminar¡Qué bonita y verdadera la teoría! Cuánto nos cuesta despegarnos de nuestros prejuicios!
Totalmente de acuerdo, Náufrago. Se trata, solamente, de tolerancia.
ResponderEliminarIntentaré tener un provechoso sábado casero. Fuera hace un sol y un frío que hacen del día algo especial. Me gusta este clima "de nieve".
Muchas gracias por enlazar mi blog en tu entrada.
ResponderEliminarEntiendo que no es necesario ningún comentario por mi parte. Lo que tenía que decir, ya lo he dicho en mi entrada.
Gracias de nuevo.
Saludos.
Y muy bien dicho, Jota Ele. Desde mi punto de vista...
ResponderEliminarzp para mí es un botarate politicamente hablando, pero no creo que sea una persona xenófoba. A lo mejor hace falta otro gilygil o una rosa diez para escuchar algo parecido. Tranquila que tal como avanza el destape de la estremaderecha en Europa todo llegará...
ResponderEliminarDespués de la sangre que nos costó imponer el crucifijo, un Dios, una cultura, una "civilización" en esos lugares dejados de la mano de dios ... no podemos permitir que ahora, en nuestras propia casa, nos impongan nada, faltaría más. España de los españoles. Les dejamos vivir y así nos lo agradecen, serán intolerantes estos inadaptados.
Respeto y tolerancia de todos para todos.
ResponderEliminarNo dentro de mucho se dirá aquí también. Hay que hacer las cosas bien para que no se digan después de una forma más dura. Demasiadas concesiones al principio producen esta situación.
Un abrazo.
Lito, no lo hubiese dicho mejor.
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