7 de enero de 2011
Un tal Emilio Duró...
Esta mañana me desperté con este hombre en la radio...
Tengo curiosidad por saber qué os parece su discurso. En la página de Youtube hay muchos vídeos sobre sus conferencias.
Ya me contaréis.
9 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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Ya conocía a este hombre de oídas.
ResponderEliminarEs un motivador que se dedica a dar conferencias tratando de mejorar el clima de trabajo en las empresas.
Personalmente, me parece un tanto charlatán y, en su afán de querer "insuflar" tanto entusiasmo a sus oyentes, habla tan atropelladamente que es difícil seguirle.
Los hay mejores.
Saludos, Campurriana.
El optimismo y la ilusión no deberían de ser vendidas nunca. Es un derecho adquirido, inherente en nuestro destino.
ResponderEliminarViajando por Centroamérica encontré muchos personajes capaces de mover a las masas con su buen hacer verbal. Lo complejo es llevarlo a la práctica.
Un abrazo
Campu,
ResponderEliminarLo siento. Confieso que quizá no tenga derecho a opinar sobre este buen señor al que no tenía el gusto de...Sólo he aguantado los tres primeros minutos de su discurso. Ni su manera de hablar, de pasear entre los oyentes con ese desparpajo, ni sus supuestas 'gracias' me han hecho sonreír. Me recordaba a los charlatanes de feria ante los que me quedaba embelesado oyéndolos, cuando era pequeño...
Perdona, sería más justo, haber terminado de oír su discurso, pero es de los personajes que no me atraen.
Lo siento, seguramente el problema es mío, no de él.Si escucho un poco más y cambio de opinión o debo 'matizar' te lo diré
Feliz descanso
Campu,
ResponderEliminarHe hecho un esfuerzo y he escuchado la 'charla' hasta el final...
Me ratifico en mi primera opinión. Me parece muy bien la historia de la bacteria, de las partes del cerebro... las fuentes de nuestras razones y nuestras emociones. No me convencen tanto sus 'conclusiones' y menos 'sus gracietas'.
Verle caminar, moverse de acá para allá, tanto nerviosismo, tanto "¿vale?", "¿me entendéis", con suficiencia, comerse las palabras no me conduce a asimilar, ni al sosiego...
Pues he ido a por mas y me lo estoy pasando bien.
ResponderEliminarA mí sí me gusta. Me he detenido porque una compañera me ha hablado de él. Tan solo he mirado el primer vídeo, pero sin duda seguiré mirando. Cualquier enfoque nuevo me gusta, nos mueve de la silla. Creo que ha movido de la silla al auditorio, lo cual predispone a la escucha y aprendizaje. Un abrazo, gracias.
ResponderEliminarAñado que estuve viendo antes de emitir mis juicios de valor varios vídeos y entrevistas de Emilio Duró que cuelgan por internet. Ninguno me sorprendió e incluso no me gustó su forma de hablar tan atropellada, sus gracias tan machacadas, su exposición de una serie de obviedades...
ResponderEliminarOs aseguro que he escuchado muchas, muchísimas conferencias, charlas, participaciones o como queráis denominarlas...De los cientos y cientos de hombres y mujeres que se han puesto frente al auditorio, poquísimos me han sorprendido gratamente. Por desgracia, la mayoría de las palabras que interesan se quedan en el interior. Obviamente, no interesa contar ciertas cosas...Hay otras personas que, directamente, no guardan tampoco nada en el interior. Para el caso, es lo mismo. Y me refiero para el caso...
Respeto, desde luego, las opiniones diferentes a las mías. Sólo faltaría.
Parecía un monólogo de un show... pero realmente llega en muchos momentos, es un mensaje sencillo y directo. Me vi la conferencia enterita!!
ResponderEliminarFeliz año!!! hacía tiempo que no me pasaba!!
Puede que este mensaje necesite ser escuchado aunque lo conozcamos y entendamos de sobra...No te digo que no, José María. No me llega este hombre pero quizá los dueños de los comercios que estaban allí presentes salieron con más motivaciones para modificar sus conductas erróneas.
ResponderEliminarMe recuerda al libro del queso que se hizo tan famoso. Nos cuesta adaptarnos al cambio.