




Y también pisamos Córdoba y su mezquita.
Me gustaría VOLVER para saborearla mejor.
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
Este es uno de los destinos que tengo pendiente. Un lugar maravilloso, y ahora vas y me pones los dientes largos :)
ResponderEliminarBicos mil!!!
Me pasa como a Merce, es otro de los lugares pendientes que me toca visitar. Algún día conoceré mejor el Sur, prometido.
ResponderEliminarY las ruinas de Medina Azahara, y el alcázar de los reyes católicos, y el puente romano, y los patios, y los molinos del Guadalquivir...
ResponderEliminarMe encanta Córdoba.
Un saludo.
Yo estuve ahí pero por aquel tiempo no sabía mirar.
ResponderEliminarTanta historia ha pasado encima de ella dejando huella que se convierte en un monumento testigo muy importante.
ResponderEliminarRecuerda a esa otra mezquita que habita en Estambul: Santa Sofía. Y lo digo por esa historia que pasa por edificios dejando impresas tantas cosas...
Dean, tengo que volver a Córdoba. Esta vez mi visita fue fugaz.
ResponderEliminarLogio, nunca es tarde para detenerse a mirar.
Un saludo a todos desde una soleada Galicia.
Merce y Goyo, no sé a qué estáis esperando. Coged mochila y cámara e id a retratarla. Seguro que con lo presumida que es lo está deseando...
ResponderEliminar;)
Es un lugar que nunca defrauda, desde luego.
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