5 de diciembre de 2011

Submarino, de Thomas Vinterberg


Reconozco que a Campurriana le atrae más el cine real, el cine de tragedias cotidianas y pies en el suelo. Es bien cierto que la realidad, gracias a Dios, no es sólo tragedia. Eso también lo sabe Campurriana. La cuestión es que ella prefiere sumergirse en una cinta de este tipo y no en ciencia ficción, comedia romántica, cine escatológico...aunque, todo hay que decirlo, a veces le han sorprendido estos géneros incluyendo películas dignas de ver dentro de su amplia gama de alternativas indiferentes.

Submarino es una buena película a pesar del sufrimiento que genera en el espectador. Cuando la infancia se mete en el medio pasa lo que pasa. La inocencia infantil duele si se encuentra rodeada de la crudeza de una existencia abocada al fracaso. A Campu le daban ganas de meterse en la historia para llevarse al pequeño protagonista en brazos lejos de un padre que, a pesar de todo, le quería con todas sus fuerzas. Por este motivo se comprende el amor del hijo al padre desastroso. Porque el amor puede con todo; incluso con los sufrimientos más duros conocidos desde cortas edades.

Esta película trata sobre el peso de un pasado. Sobre la debilidad del ser humano. Sobre la infancia, la familia, el amor...

2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Anotada queda.
Cuando pueda la veo.

Besos.

Campurriana dijo...

Toro, espero que no te defraude. Eso sí, coge el pañuelico.
;)