A Don Manuel lo he visto unas cuantas veces. Una vez fue en un campamento de verano que organizaba la Xunta de Galicia. Recuerdo que tendría yo unos quince años y la presencia de este hombre de la política era todo un acontecimiento, que había que preparar con el tiempo necesario y con mucho mimo, en aquel sitio en el que convivíamos todos los compañeros recién conocidos en un entorno natural de monte, playa y tiendas de campaña naranjas. Llegó aquella tarde con su personal y peculiar forma de caminar y nos felicitó por una "construcción" que estábamos realizando entre todos para, fundamentalmente, aprender a trabajar en equipo y pasar unos días de julio lejos de papá y mamá.
Sin embargo, dónde más recuerdo a Don Manuel es en la playa de Perbes, a la que íbamos todos los veranos a disfrutar de días de sol y agua. A eso de las cinco de la tarde, salía a dar el paseíllo por la orilla saludando a todos los veraneantes que se acercaban a contarle alguna anécdota simpática o simplemente a darle la mano. A él le encantaba ese baño de multitudes. Se veía que en Perbes se sentía como en casa y no era para menos; a Don Manuel le querían y muchos. Paseíllo de bajada hasta la orilla, baño y paseíllo de subida para continuar la tarde.
No hace mucho estuve allí. En su lugar de vacaciones todo estaba cerrado a cal y canto. Recordaba, mientras observaba ese panorama un tanto desolador, aquellos días felices en los que Fraga salía tan contento a saludar a los amigos. Pensaba, asimismo, que el tiempo pasa irremediablemente para todos; lo que parecía una rutina eterna se quebró un día y, precisamente hoy, mi recuerdo vale mucho más por irrepetible.
Buen viaje, Don Manuel.
Ya estará gruñendo, allá donde se encuentre e impartiendo alguna clase magistral sobre Derecho Político, Derecho Constitucional y Teoría del Estado, de las que ostentaba cátedra.
ResponderEliminarIndependientemente de los colores de cada cual, no se entiende la España Democrática actual sin él. Su decisiva intervención en nuestra Constitución le avalan como un gran patriota.
Y, aquellos que le vilipendian, no debieran olvidar que, gracias a él y a otros como él, pueden vilipendiarle públicamente.
En suma, un político de enorme altura.
Saludos, Campurriana.
No se va a librar nadie.
ResponderEliminarEsa es la gracia de la muerte.
Besos.
Estoy completamente de acuerdo con Jota Ele. Y con Toro Salvaje también, qué remedio.
ResponderEliminarNo es el tipo de persona con el que me gustaría trabajar, ni estar bajo sus órdenes. Pero reconozco que en tiempos clave sirvió de bisagra, junto a otros, cuando hubo que unir dos bloques separados, muy separados.
ResponderEliminarLástima que lo que él y otros quisieron unir, otros estén volviendo a las andadas.
De todas formas, que en paz descanse.
Creo que fue un gran hombre con sus luces y sus sombras. Descanse en paz.
ResponderEliminarSalu2
A mi siempre me apreció un tipo pintoresco donde los haya, una cabeza privilegiada aun con muchos años en plena facultad, no así le habla que la final, al pobre no se le entendía na de na;-)
ResponderEliminarMucho genio y mucha figura encima, le tocaron tiempos muy difíciles y por ello con sus aciertos y errores, sus luces y sombras, alguien con quien la historia, seguro que se porta bien.
Que pueda seguir bajando a darse esos baños de multitudes que dices tanto le gustaban CAMPU... a saber ahora en que aguas y a quien saluda, pero que esté a gusto y en paz.
Un beso bonita.
Descanse en paz.
ResponderEliminarAbrazos.
No sé dónde habrá ido en este último viaje, pero estoy convencido de que tiene que estar liando una pero gorda, gorda.
ResponderEliminarPara lo bueno y para lo malo ha sido una pieza clave en la historia de España de los últimos 50 años.
No quería hacer mención de su vida política esta vez. Ahí está contada por unos y por otros, de un lado y del contrario. Que cada cual saque sus propias conclusiones. Lo de Fraga, como lo de cualquier mortal y con distancias en muchos casos dada su trayectoria vital, ha sido una evolución. Yo me quedo con su espíritu de superación, su increíble capacidad de trabajo, su valentía, su tesón, su gran inteligencia, la capacidad de disfrutar también de aquello que le gustaba, su seguridad y su amor por Galicia.
ResponderEliminarLe gustaba que le quisiesen, es cierto. Siempre ha sabido acercarse a ese pueblo que lo reclamaba; bajarse a las ferias gastronómicas, a los paseos por las orillas, a los reconfortantes baños de multitudes en uno y mil pequeños grandes lugares.
Seguro que tenía grandes defectos pero yo me quedo con esas destrezas. Ojalá algo de su afán se haya pegado a algún sofá de los que utilizó. ¡Ojalá!
Gracias a todos por compartir con respeto.
Un gran politico!
ResponderEliminarDescanse en paz.
Besos
Me gusta.Totalmente de acuerdo contigo
ResponderEliminarDescanse en paz.
Al parecer, y no se ha podido demostrar lo contrario, tras 50 años de carrera política no robó ni una sola peseta/euro. Sólo por eso merece mis respetos. Era un político vocacional, quizás el último.
ResponderEliminarSe va uno más de la época gris española. Au revoir.
ResponderEliminarCambia, todo cambia...
ResponderEliminarHoy me he levantado con esta noticia.