17 de marzo de 2012

Tan relajada, tan relajada....

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...tan relajada vine de mi primera clase de yoga que parecía, con perdón, que me había fumado alguna sustancia prohibida...
Caminaba hacia casa como si flotase, como si levitase por la fría acera de la ciudad en una noche que a mis ojos estaba siendo tan hermosa, tan tranquila, tan imperturbable...como mi estado de ánimo en aquel momento. 
La sonrisa seguía ahí perenne. Nada que me dijesen en esos dulces instantes me afectaría. No iban conmigo ni los discursos políticos de recortazos, ni el canturreo de la radio de aquel coche gris que pasó a mi lado, ni la discusión de esa pareja que, obviamente, no había estado conmigo en la clase de yoga. 

Lo mejor de todo...llegué al día siguiente a la oficina con esa sonrisa que había decorado mi cara durante toda la noche anterior. Pensaba, además, que mi cuerpo era esa mañana más hermoso que nunca, más ligero, más sano, más apetitoso...

RECOMENDADO.
CLARO QUE SÍ.

4 comentarios:

Douce dijo...

Enhorabuena, Campu

Si nuestra vida está dentro y no es todo lo que ocurre fuera. Es la hora que enfoquemos nuestra mirada desde donde brota lo que de verdad nos ilumina, no las miradas que nos enfocan desde fuera.

Que poco a poco, lentamente, nos vayamos apropiando de nosotros mismos...

Ánimo, nos está esperando la 'Prima- Vera'

Campu dijo...

Náufrago, seguiré disfrutando de lo bueno que nos ofrece la vida. Mañana festivo por aquí...
;)

Gabriela dijo...

Asi es cuando uno sale de una clase de yoga, de movimiento, de danza, uno se siente renovado y feliz. A mi me pasa tambien.. y el efecto perdura por suerte.. es como una alegria que viene del cuerpo y llega al corazon.. y nos hace mas amables y simpaticos...nos vuelve mas bondadosos y optimistas.

Campurriana Campu dijo...

Sin duda, Gabriela.
Gracias por compartirlo.