Sigo huyendo del mundanal ruido enterrada en la fría arena de cualquier playa blanca y azul. Lo bueno de vivir cerca del mar es que los paraísos marinos andan próximos. Y a mí este año me apetece mar. Más que nunca. Más que en ningún verano vivido.
Acabo de ver una película.
Hermanos (Brødre)
Sobre las secuelas de la guerra o cómo quieran denominarlo los medios de desinformación.
Me ha gustado.
2 comentarios:
Afortunados/as los/as que podéis disfrutar del mar, tenerlo siempre cerca. Fotos con un original procesado y unos encuadres muy apropiados para tu comentario. Abrazos.
Es bonito también disfrutarlo en invierno. Más tranquilidad a pesar del frío.
Soy consciente de que es un lujo.
También lo valoro.
Tendemos a valorar menos lo que tenemos más cerca.
Felices días, Sebas. Sigo disfrutando de tus fotos (sencillas y preciosas).
Publicar un comentario