Dichoso el árbol que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura, porque ésta ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser, y no ser nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos...!
Rubén Darío
Me gusta. Me gusta mucho.
A pesar de la tristeza...
6 comentarios:
No somos nada y lo somos todo.
Fantástica entrada.
Muy bello.
Precioso y triste. Me lo he guardado, y con tu permiso, lo publicaré algún día de estos en mi blog. Abrazos
En todo caso, con permiso de Rubén (Darío)...
;)
Muy bien contado y construido, pero personalmente me niego a ver sólo este aspecto de la vida aunque sepa cual es nuestro destino.
No sé si esa visión tan triste fue causa de tanta lectura del Kempis.
"Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tú escribiste!
...
Antes, llevado de mis antojos,
besé los labios que al beso invitan,
las rubias trenzas, los grande ojos,
¡sin acordarme que se marchitan!"
Kempis y los doctores graves que tú, maestro, citas y nombras me parece que te hicieron demasiado daño.
La vida es eso y algunas otras cosas... Por ejemplo las 'primas de riesgo':-)
La culpa la tiene el fin de Agosto y no te digo nada de setiembre;.)
La tristeza es buena amiga de los versos. La nostalgia, el desamor, las dudas, el miedo...
Curiosos somos.
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