Ocurrió una mañana del verano de 2012.
Sólo llevaba encima el cutrimóvil, el bikini y una toalla naranja.
Disparé por tener el recuerdo.
Para siempre.
14 de septiembre de 2012
Un paseo por las dunas...
Ocurrió una mañana del verano de 2012.
Sólo llevaba encima el cutrimóvil, el bikini y una toalla naranja.
Disparé por tener el recuerdo.
Para siempre.
4 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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Bien hecho, así nos lo traes de la mano.
ResponderEliminarResulta impactante encontrar un inmenso paraje sin rastros, salvo las propias huellas, de ningún ser vivo. Extraña sensación.
Pues, verá usted.
ResponderEliminarYa que paseó usted por esas dunas de Dios y que tan bien reflejadas ha dejado para la posteridad, estimo que sería de justicia reflejar aquí también su imagen en bikini e, incluso, la toalla naranja, para solaz de sus impenitentes seguidores entre los que me encuentro.
Vamos, digo yo.
Me encuentro en disposición de perdonarle, (¡qué indulgente soy!), la imagen de la toalla.
¡Ande! ¡Anímese!
España, Cristiano Ronaldo, Belén Esteban y yo somos así.
¡Qué le vamos hacer!
¡Um! te sobraban dos de tres ;-D
ResponderEliminarBonito recuerdo
Salu2
Yo sigo intentándolo...cuando los navegantes de esta lista de la derecha se dignen a realizar ese desnudo artístico, entonces me lo pensaré...me animaré quizá...
ResponderEliminar;)