Quizá hoy, más que nunca, las mujeres nos sintamos identificadas con las protagonistas solitarias y pensativas de los cuadros de Hopper. De nuevo, los ciudadanos se ven atrapados en un mundo que sólo les produce impotencia. Menos mal que todavía queda una ventana por la que entra el sol. Esperemos que no nos la cierren también. O, peor aún, que no la cerremos nosotros mismos.
14 de octubre de 2012
6 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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Pensativo sí pero solitarios nunca.
ResponderEliminar¿Por qué las mujeres especialmente más que los hombres?.
Hopper tomaba como modelo una misma mujer ... me gusta pensar que en representación de todas. Pero la soledad y la injusticia hacen mella en hombres y mujeres por igual. Son tiempos difíciles para todos
ResponderEliminarUn abrazo
Hola he conocido tu blog y me parece interesante. Saludos desde Conil ( Cadiz). visita mi blog. Jesús
ResponderEliminarNo solo las mujeres...
ResponderEliminarBesos.
Tranquila, que todos navegamos en el mismo barco. Si se hunde, las mujeres, los niños y los capitanes, primero.
ResponderEliminarSabía que alguno iba a añadir que me olvidaba de los hombres...claro que no...en este caso y yo creo que en muchas de sus obras, la mujer de Hopper representa a toda la humanidad. Bueno, sólo a la que siente impotencia frente a esta situación.
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