Quiero felicitar a La Acequia por esos seis añitos tan bien llevados. Hay blogs que hacen sentir al lector-comentarista realmente especial y uno de ellos es el saloncito de Pedro. Acogedor donde los haya; que invita a la lectura, a la meditación respetuosa, a seguir aprendiendo y a seguir disfrutando de las pequeñas grandes cosas que nos regala la existencia de cada día.
Una vez más, me siento feliz por tener cerca las bitácoras que, sobre todo, invitan a pensar en comunidad, invitan a compartir... Gracias a ellas descubro que el mundo está también lleno de personas que merecen la pena; como los rincones escondidos que nos regalan las ciudades a veces tan frías, tan impersonales. Aquéllos que siguen amarrando la sencillez a pesar de todos los inconvenientes que acechan en estos tiempos difíciles.
Quizá la crisis nos enseñe algo.
Quizá no sea tan mala.
Quizá, más bien, traiga algo bueno.
2 comentarios:
He leído tu felicitación por el sexto aniversario de la ‘Acequia’ y creo que es muy merecida. El título de ‘Acequia’, como lo nombraron los árabes, ‘canal por donde se conducen las aguas para regar’ refleja muy bien lo que es el blog de Pedro que he visitado alguna vez para aprovechar de su ‘agua’. Creo que desde el principio dejaba claro por qué abría su Acequia.
Enhorabuena desde una Isla rodeada de agua, pero quizá menos fluida porque así fue la intención desde el principio. La Isla también nació también por esos años para manifestar lo que pretendía.
Gracias Campu por anunciarnos este aniversario y descubrir esta Acequia desde ese País de las ‘últimas cosas’. Felicitaciones a ambos
Feliz 'acueducto'
Náufrago, el nombre es muy adecuado, ¡claro que sí!
Pedro merece un aplauso por parte de toda la blogosfera porque, indudablemente, la enriquece. El otro día leía a una de sus comentaristas...le daba las gracias porque si no fuese por su iniciativa global de la lectura de El Quijote ella no lo habría leído...
Tu isla rodeada de agua es otro ejemplo de "compartir", de respetar, de hacer felices a los que la visitan...
Desde luego, pienso, y muy sinceramente, que sois especiales por conseguir ofrecer esa calidez a los espacios virtuales; por hacerlos acogedores.
Gracias, de verdad.
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