Corría el mes de abril en la ciudad de las piedras. Últimamente éstas, como en tantos otros Reinos, se habían convertido en pedradas. Los pobladores eran gentes sin alma y con el cuerpo consumido. Caminaban con una pesadumbre que se vendía en los mercados como se venden los churros en los cuentos de niños...
De nuevo, el caso del alcalde imputado.
¡Qué aburrimiento!
3 comentarios:
¿Dónde se han ido los buenos propósitos para 2013?... más de los mismo.
No olvidemos que se cambia un dígito, ni más ni menos. Todo sigue igual, así será siempre, sólo hay que leer a los filósofos griegos. Cambian los decorados, no las personas.
Es triste tener que decir que la corrupción ya aburre.
Tristísimo.
Como sigan así, cada vez habrá menos para robar.
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