12 de marzo de 2013

Cuadros acogedores

Samuel Halpert-Through the window, 1918

Hay cuadros que me llevaría puestos. Los colgaría en la pared de la habitación y no me cansaría de mirarlos. No sé los criterios que sigo para elegirlos; me dejo llevar simplemente. Algunos son, incluso, tenebrosos, oscuros. Otros, acogedores, sencillos, alegres, eróticos a veces...
Éste, en concreto, me ha encantado. Supongo que influye ese amor confesable por las ventanas.

¿Qué tendrán las ventanas?




Esta extraña tarde,
Desde mi ventana,
Trae la brisa vieja
De por la mañana.
No hay nada aquí:
Sólo unos días que se aprestan a pasar,
Sólo una tarde en que se puede respirar
Un diminuto instante inmenso en el vivir.
Después mirar la realidad y nada más.
Y nada más.
Ahora me parece
Que hubiera vivido
Un caudal de siglos
Por viejos caminos.
No hay nada aquí:
Sólo unos días que se aprestan a pasar,
Sólo una tarde en que se puede respirar
Un diminuto instante inmenso en el vivir.
Después mirar la realidad y nada más.
Y nada más.

4 comentarios:

Sergio DS dijo...

No conocía el cuadro, también me ha encantado.

Campurriana dijo...

Si un cuadro va a hacerte feliz muchos días, cada vez que lo mires...merecerá la pena intentar conseguirlo dentro de las posibilidades, claro...

Estoy segura de que uno no se arrepiente nunca.

marian dijo...

Una de mis canciones favoritas de Silvio, Campurriana.

Campurriana dijo...

Y de las mías, Marian. Me trae recuerdos dulces...
:)