Fue la primera vez que bailé con un desconocido y me sentí realmente cómoda. Entre nosotros no hubo nada más después de aquella canción que siempre, cada vez que la escucho, me acerca a su recuerdo. Ni siquiera sé cómo se llamaba. Él tampoco supo mi nombre. Nos agarramos fuertemente como si el mundo fuese a desaparecer en aquel instante. Después, alguien me llamó y me marché de la sala sin mirar atrás.
29 de marzo de 2014
Esa canción...
Fue la primera vez que bailé con un desconocido y me sentí realmente cómoda. Entre nosotros no hubo nada más después de aquella canción que siempre, cada vez que la escucho, me acerca a su recuerdo. Ni siquiera sé cómo se llamaba. Él tampoco supo mi nombre. Nos agarramos fuertemente como si el mundo fuese a desaparecer en aquel instante. Después, alguien me llamó y me marché de la sala sin mirar atrás.
6 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
"Sin mirar atrás" es una frase que forma parte del estribillo de mi canción favorita de "Los Elegantes".
ResponderEliminarEn cuanto a tu historia, parece que como canta Antonio "te dejaste llevar" pero sólo hasta el final de la canción, hay que ver como sois las mujeres.
besos
Somos muy raritas, Ripley. Yo os prefiero a vosotros.
ResponderEliminar;)
Esta es la única canción que Antonio Vega reconoció haber compuesto para expresar su relación con las drogas.
ResponderEliminarUna gran canción.
Me encanta esta canción...
ResponderEliminarUn abrazo Campu !! :)
No lo sabía, Marian.
ResponderEliminarMarisol, me alegro de habértela traído.
Felices sueños.
Perdón, Madison. Dichosas tabletas...
ResponderEliminar