15 de julio de 2014

La vida de Adèle



Hacía tiempo que el cine no me acercaba a la vida real; a la vida que podemos tocar con la punta de los dedos cada instante de palpitación. Porque la vida está llena de estas palpitaciones, de los sentimientos expresados a través de ellas. 

Y son estas sensaciones las que nos hacen únicos, diferentes a todos los demás que fluyen alrededor de nosotros como fondo amorfo de una fotografía.

Magistrales las dos actrices protagonistas. Su naturalidad, su belleza... Perfectas para la historia que nos pretenden contar. Una historia de respeto, de sufrimiento, de planteamientos constantes.

Gracias por devolverme la esperanza a través de un cine que sí ha sabido comprender al ser humano que llevamos todos dentro. 

Un cine que ha dado tiempo para las explicaciones que tantas veces pasamos por alto y que, curiosamente, son la clave del comportamiento de las personas.

2 comentarios:

Ripley dijo...

Me se han puesto los dienteses largos con esta foto. En cuanto pueda la veo.

besos

Campurriana dijo...

Ripley, sé que te ha gustado.
Profunda, dulce, amarga, triste.
La vida...