Se trata de un artículo que he leído sobre el tema catalán, que tanto protagonismo tiene últimamente. Me gustaría dejarlo en el saloncito para quien lo quiera leer. A mí todo este asunto me parece un absurdo, la verdad. No se habla de consecuencias porque no se conocen las consecuencias. Nadie las conoce. Absolutamente nadie. No hay un proyecto serio, estudiado y meditado. Sólo palabrerías vacías que prometen sueños de ¿libertad?.
Por mí que voten. No tengo inconveniente. Pero...¿qué demonios van a votar?...(me pregunto yo para mis adentros).
Os dejo el artículo a continuación y el enlace al mismo.
Pasó la Diada sin pena ni gloria. Pasó lo que tenía
que pasar: cientos de miles de catalanes –y no catalanes, lo cual es aún
más sangrante- salieron a la calle a celebrar un aniversario de guerra,
de separación y de enfrentamiento civil, catalanes contra catalanes,
españoles contra españoles. Las naciones grandes, los países que de
verdad se sienten como tales y han aportado y aportan mucho de sí mismos
al progreso de la humanidad, celebran aniversarios de hechos históricos
que sirvieron para construir, para ‘crear’, para reunir, para
reconciliar, para dar ejemplo…
El nacionalismo catalán optó por celebrar el aniversario de un hecho de división,
de violencia, de sangre de hermanos derramada por hermanos. Pero lo
cierto es que en las calles de Barcelona, formando una V que quería
simbolizar la v de la Victoria, de Votar, de Voluntad, había mucha
gente. No esos casi dos millones que dicen los nacionalistas, pero mucha
gente al fin y al cabo. ¿Alguien pensaba que sería de otra manera? No,
pero tampoco esta vez han sido más que en otras anteriores, es decir, el
independentismo tiene sus seguidores que no son todos los catalanes, se
sabe movilizar muy bien, y punto.
La ‘v’ que disciplinada y
uniformadamente formaron el jueves miles de catalanes para seguir
alimentando la ensoñación de parte de un pueblo engañado por las
mentiras del nacionalismo, no es la ‘v’ de votar porque nadie va a votar al menos legalmente el próximo 9 de noviembre
y cualquier otra opción fuera de la legalidad es papel mojado, ni es la
‘v’ de victoria porque no habrá victoria que valga y sí una enorme
frustración, ni es la ‘v’ de voluntad porque la voluntad de seguir
juntos será siempre mucho mayor que la de separarse.
La ‘v’ que
formaron miles de ciudadanos el pasado jueves en las calles de la Ciudad
Condal es la ‘v’ de vano porque no hay nada más inmoral, más frívolo y
falso, que engañar a un pueblo haciéndole creer que
puede alcanzar lo inalcanzable con el único fin de tapar la propia
necedad y la incapacidad de gestión. Es la ‘v’ de vanidad porque todo
este lío no es más que el fruto del afán excesivo y predominante de un
nefasto dirigente político empeñado en pasar a la historia como el
hombre que liberó a Cataluña… de nada, porque de nada hay que liberarla
si ya es libre.
Es la ‘v’ de vejación, del
maltrato y la humillación sufridos por miles de catalanes que
sintiéndose españoles han sido orillados y excluidos por el
nacionalismo. Es la ‘v’ de velación, porque si como de
un velo se tratara una espesa cortina de falsedades y mentiras ha
tapados los ojos a la realidad de otros miles de catalanes estafados por
el nacionalismo. Es la ‘v’ de veneno, porque como tal
ha actuado el nacionalismo introduciendo en el cuerpo social de la
Cataluña ciudadana el virus mortal del soberanismo que acabará siendo
letal para su propia subsistencia.
Es la ‘v’ de vengativo porque
con ese espíritu, polo opuesto de la concordia y la reconciliación que
alumbró la Constitución del 78, el nacionalismo ha ido sembrando la
sociedad catalana de un odio irracional hacia todo lo español. Es la ‘v’
de vicio, porque de vicios y hábitos contra la
convivencia se ha forjado una manera de gobernar que solo ha traído
división y enfrentamiento. Es la ‘v’ de victimismo, de
ese empeño casi patológico de culpar siempre a España de los males que
padece Cataluña y que casi siempre tienen su origen en la mala gestión
de sus propios gobernantes.
Es la ‘v’ de vileza,
de la falta de valor, de la cobardía, de la ingratitud y la ausencia de
nobleza y lealtad con la que el nacionalismo ha actuado siempre en su
relación con España, y de la bajeza moral, el desprecio a la verdad y el
servilismo con el que se ha engañado conscientemente a todo un pueblo.
Es la ‘v’ de villanía, porque sólo una pandilla de villanos serían
capaces de conducir a su propio pueblo al abismo de su autodestrucción
sabiendo de sobra que nada de lo prometido es factible de alcanzar.
Es la ‘v’ de vómito porque
eso y no otra cosa es lo que produce ver como el nacionalismo y sus
dirigentes se han aprovechado de la buena fe de la gente para sus
propios intereses políticos y personales como se está viendo con el
‘caso Pujol’. Es la ‘v’ de vulgar por la forma tosca y
carente de cualquier educación con que el nacionalismo utiliza el
lenguaje para dirigirse a quienes no piensan como ellos. Y es la ‘v’ de vergüenza… ¿porqué? Por todo lo anterior y porque de su ausencia nace la audacia de los ignorantes.
no he leido nada de nada pero te voy a dar mi opinión sobre lo que pienso.
ResponderEliminar1. El mal uso interesado del lenguaje. No se puede hablar de "España y Cataluña" porque son lo mismo. Sí se puede decir "España e Italia" pues son entidades, Estados diferentes y con ellos se habla de tu a tu pero en el primer caso es metafísicamente imposible.
2. Yo tampoco tengo incoveniente en que voten, en Quebec llevan años haciéndolo.
3. A devolver todo lo invertido allí, hasta el último céntimo desde 1774.
4. O se cumple la ley o se va a la cárcel, no se por que un presidente de una comunidad tiene bula para saltarse las leyes de los mas altos tribunales, incluso la propia constitución. O se les deja votar o se suspende la autonomía y como en la película de Berlanga, "todos a la cárcel".
5. A rajoy le viene grande el cargo.
6. Que se vayan, pero de verdad y para siempre. ¿De que piensa Mas que va a vivir cataluña?
7. Declaración de independencia, pues muy bien ¿Que país del mundo la va a reconocer? Naturalmente nadie.
8. Fuera de Europa y del euro, lo normal es que nunca volviera a la Unión Europea, España vetaría tal propuesta como Bélgica e Italia que tambien andan con problemas similares, sin moneda propia, sin recursos, fuera de todos los organismos internacionales, sin financiación exterior para pagar las nóminas de sus empleados-adoctrinadores.
9. No veo el día de que se vayan realmente. Cuanto peso nos quitaríamos de encima y que montoro empiece a repartir entre los españoles con igualdad. La actitud del ministro y por extensión del gobierno es intolerable y bochornosa.
10. Ni Escocia es cataluña ni cataluña Puerto Rico o Quebec.
11. La historia dice que cataluña nunca ha sido otra cosa que una región española exáctamente igual que cualquier otra, con una singularidad son idiotas.
12. Bombardeos selectivos, destrucción de las televisiones, e infraestructuras, puentes, carreteras, aeropuertos, vias de tren etc. ¿No quieren construir un Estado? Pues hala a empezar desde cero y la casa por abajo.
13. En Escocia, que tiene petróleo, las grandes empresas, los dos principales bancos y los particulares ya han dicho que si gana el sí que se van. Estos últimos han comenzado a sacar dinero de sus cuentas.
Naturalmente con cataluña al tratarse de un país tercero, frontera y aranceles, nada de unidad de mercado. Eso se acaba ipsofactamente.
14. Vamos a dejarnos de tonterías y actuar como un país serio.
15. Y para relajarnos mientras comemos, vemos en las noticias que cataluña es ahora la nada. Bueno no del todo, se ha convertido en suelo de entrenamiento de terroristas islamistas. Que gusto me da pensarlo, el gusto se convierte en placer y el placer en un orgasmo. ¡Lo hemos conseguido! nos hemos librado del mal.
Besos de madrugada.
No sé si conseguirán o no su propósito pero si llegan a lograrlo en su mayor medida será por hartazgo y aburrimiento; personalmente me resulta agotador el tema de la independencia y al día de hoy no he logrado saber qué se debate.
ResponderEliminarSupongo que muchas dudas se disiparían si TODOS supiéramos eso de la independencia en qué términos se va a producir. ¿Se van a convertir en algo como Andorra?, ¿seguirá existiendo una dependencia de papá o el abuelo España?, ¿vivo y duermo fuera pero tú me lavas la ropa?.
Con información concreta y completa todos tendríamos mejor criterio.
Este es un perfecto ejemplo de manipulación emocional interesada por los nacionalismos catalán y español. Soy respetuoso. Deberían votar tras meses de debate político. Y se debe respetar el resultado. Si los catalanes quieren salir de España nadie puede impedirlo.
ResponderEliminarAhora bien, ¿qué hacen los políticos españoles y los medios de comunicación para frenar el independentismo? Llevamos años jugando con fuego. Estos son los resultados. Y ahora no hay bomberos adecuados para apagarlo.
CAMPU
ResponderEliminarCuando no soy Yo entero, Yo mismo, busco una Creación, una Nación, una Región, una Ciudad, una Casa, una Familia, Amigo que me construyan y me ayuden a HACERME.
Desafortunadamente muy pocos son Yo , él mismo.
Cuanto más próximos, más buscamos nuestros YOS.
BERTA ES ‘ELLA’
(Perdonen, es que no SOY, ni Medio. Puedes borrarlo)
Es que me parece un tema tan absurdo e incomprensible que sólo provoca en mí una tristeza infinita. No porque se quieran marchar, sino porque en este país las opiniones del pueblo se basan tanto-tantísimo en fundamentos tan poco sostenibles, que me entran unas ganas tremendas de llorar.
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