13 de junio de 2015

Martiño Noriega y su gobierno en Compostela


En Compostela también van a cambiar las cosas.
Compostela tiene connotaciones especiales como ciudad y, por ello, ha adquirido más importancia ese debate que vuelve a surgir ahora con más fuerza y que podríamos titular "actos religiosos-actos institucionales".

La noticia que ha salido esta semana en prensa, aquí en Galicia, ha sido la siguiente:

Noriega le pedirá al rey que no le delegue la ofrenda al Apóstol

Martiño Noriega no quiere verse en la tesitura de tener que responder a la invitación de la Casa Real para ejercer de delegado regio ni en la próxima ni en ninguna otra ofrenda al Apóstol durante su mandato. Para el 25 de julio el candidato de Compostela Aberta ya estará ejerciendo como alcalde si, como es previsible, este sábado accede al bastón de mando capitalino como líder de la lista más votada después de que los nacionalistas hayan confirmado ya el apoyo expreso a su investidura y los socialistas comprometiesen que su voto también la favorecerá.

Desde la defensa de la laicidad de las instituciones públicas el futuro alcalde no se ve en ofrendas. «Non teño vocación de que iso aconteza». No se ve ni él ni a ningún otro miembro de su formación, porque la posición de Compostela Aberta al respecto «vai máis alá das persoas e non é unha cuestión de crenzas persoais, senón de posición colectiva política». Y para evitar ese escenario ha decidido tomar la iniciativa para que la Casa Real no lo nombre delegado regio.

Tras su toma de posesión establecerá contactos en ese sentido. Hay otras autoridades públicas que pueden asumir ese papel, vino a decir, «sen que teña que pasar por que eu teña que confrontar unha aceptación ou un rexeitamento» y «vernos nese tipo de controversia», indicó después de declinar ayer la invitación para asistir en Lugo a la Ofrenda do Antigo Reino de Galicia, en coincidencia con el futuro regidor de A Coruña, Xulio Ferreiro, que también declinó esa invitación alegando la «laicidade» institucional.

Pero Noriega marca diferencias entre una y otra ofrenda. En el día del Apóstol hay otros «actores», como la Jefatura del Estado y otras instituciones y cuestiones que afectan a la ciudad. Y con esas instituciones y en torno a esas cuestiones es con las que pretende entablar «diálogo» tras su toma de posesión para evitar «controversias». Y suyo será el primer paso. «Para iso», dijo en relación al interés del nuevo gobierno local en evitar que la Casa Real curse invitación para que el alcalde ejerza de oferente, pero también «para falar doutras cousas» vinculadas con el Real Patronato de Santiago e igualmente con la Xunta, la Iglesia y la USC, precisó.

Al margen de los actos religiosos, Noriega evitó precisar ayer el nivel de representatividad del ejecutivo local en el programa que rodea a la ofrenda. Darán cuenta, dijo, cuando «o teñamos definido». Hasta el 25 de julio «teremos tempo para traballalo, perfilalo e comunicalo».



 Me encantaría saber qué opináis al respecto.

21 comentarios:

Ripley dijo...

De ignoantes sectarios está el mundo lleno, es mas, creo que en un muy alto porcentaje están en España. Este bobalicón descamisado olvida que no es el alcalde de unos pocos desnortados perdidos en la mas cruel, bárbara y salvaje utopía que el ser humano haya sido capaz de pergeñar, sino de toda la ciudad. Que no se preocupe, hay muchísimas personas para las que será un enorme honor.

besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Si hubiéramos asentado España como país aconfesional de verdad, esto ni sería noticia porque o bien ya no importaría a nadie o bien se hubieran regulado estas cosas de protocolo de otra manera y este nuevo alcalde no hubiera tenido que solicitarlo. Así que pongámonos a la tarea de no imponer creencias.

Campurriana dijo...

Ripley, no creo que sean formas de calificar a una persona que, probablemente, conoces poco. Este hombre no tiene nada de bobalicón o, al menos, tonto no lo considero dadas las veces que le he escuchado en entrevistas e intervenciones varias.
Otra cosa es que esté o no esté de acuerdo con sus políticas, con algunas de sus políticas.

A priori, me parece absurdo rechazar la presencia institucional (que no personal de Martiño Noriega) de una ciudad como Santiago de Compostela, uno de los centros clave del Cristianismo, en actos de tanta relevancia histórica, o histórico-religiosa. Si Martiño quiere ser coherente de verdad, entonces ya puede ir pensando en cómo se van a gestionar desde las políticas del concello El Camino de Santiago, La Catedral, etc., etc. Por cierto, ambos constituyen las gallinas de los huevos de oro en este bonito rincón gallego porque de industria-industria no se vive...
Me pregunto si Martiño sabía dónde se metía. Me pregunto si, por el contrario, sí lo sabía y sabía también que iba a cambiar el mundo, el sistema desde el sistema.

Yo creo que, con comportamientos como éste, se está cargando, sin pretenderlo, la historia de un país. Parece exagerado lo que digo pero lo digo conscientemente. Hay muchas ideas preconcebidas y eso nos hace muchísimo daño. Relacionamos unas cosas con otras sin pararnos a pensar otras tantas. Éste es nuestro principal problema.

Soy consciente de que hay que defender la cultura, todas las culturas y no sólo las que interesan a unos cuantos, que es lo que están haciendo o pretenden hacer de alguna manera.

El respeto a TODOS como base fundamental de una democracia es lo que debemos tener presente siempre. Lo demás sólo puede generar diferencias negativas, que no hablo de diversidad enriquecedora. Y como masa diferenciada (que no diversa) somos y seremos un auténtico desastre.

No sé si acudiría Martiño a algún acto de una religión minoritaria en Santiago. No me extrañaría nada...
Pensemos en esto y pensemos en que se gobierna para TODOS, incluso para los que no te han votado. Las tradiciones no dejan de ser cultura. Nada más. Nadie obliga a ir a misa ni rezar el rosario. ¡Sólo faltaría!

Pedro, veo sentido en lo que dices pero, tal y como están las cosas ahora, no puedo compartirlo. A Martiño, como he dicho, le creo un hombre inteligente. Espero que así sea porque me conviene.
Pero regreso al asunto de la Historia y de las tradiciones. Estas últimas no hacen ningún daño si existe respeto entre ellas. Tú, como persona particular, decidirás si acudes o no acudes a determinados actos. Él, como persona institucional, debería acudir por los ciudadanos que sí se sienten identificados con este tipo de actos y, sobre todo, por la religiosidad de una de las capitales mundiales del Cristianismo, nada más y nada menos.

Las creencias no se imponen. Y "ellos", sin pretenderlo, están imponiendo en cierto modo. Sepamos diferenciar las cosas. No nos vayamos a esas ideas preconcebidas que tanto daño nos están haciendo como pueblo.

No soy creyente pero sí creo que debiéramos cuidar todo lo que nos ha traído hasta aquí. Recordarlo, tenerlo presente...cada uno a nuestra manera. Buscando, sobre todo, el aprendizaje necesario.
Memoria histórica pero desde todos lados y no sólo desde uno. Aburre la misma visión presentada una y mil veces por los mismos. Aburre muchísimo.

Douce y el Náufrago dijo...

Campu,

No conozco al señor Don Martiño Noriega, ni sus ideas, sus profesiones, trabajos y supongo que haya sido ‘seleccionado’ como el Corregidor de esa hermosa Ciudad a la que adoro. Lamento que sus habitantes y moradores, solamente por respeto a los nativos y residentes, su Alcalde debería acompañarles, aunque fuera de lo que expresa: "Aberta al respecto «vai máis alá das persoas e non é unha cuestión de crenzas persoais, senón de posición colectiva política».

En fin, deseo que sea excelente, espléndido, magnifico, y su trabajo sea provechoso para los compostelanos.

Boas noites

Ripley dijo...

Santiago de Compostela es la tercera ciudad mas importante de la Cristiandad.

Juan Nadie dijo...

Seguimos confundiendo churras con merinas. Ay, estos sectarios, por qué no se preocuparán de las cosas importantes?

Juan Nadie dijo...

¿Qué acabarán haciendo de mi querida Santiago?

Campurriana dijo...

Juan, explícate mejor porque no sé por dónde vas. Es para llevarte la contraria si se tercia, jeje

Campurriana dijo...

Nau, sé que quieres a esta ciudad que me acoge también. Sé que nos deseas lo mejor. No me disgusta Martiño. Desde luego, le daré una oportunidad. Espero no me defraude.

Ripley, debieran tenerlo presente ellos. Santiago, como he indicado ya, es una ciudad muy especial.

Juan Nadie dijo...

Quiero decir que qué tendrá que ver la lucha por el buen funcionamiento de la "res publica" con las tradiciones compostelanas.
"O meu compromiso será gobernar para a maioría social agredida", dice Noriega. Otro salvapatrias. Anda ya, hombre!

Unknown dijo...

Hola. creo que el nuevo alcalde se equivoca no asistiendo a la representación de Lugo porque él ayer en el acto de investidura dijo que gobernaría para todos los ciudadanos y Santiago no es cualquier ciudad, en el centro de la cultura católica, religiosa... su nuevo despacho en el Ayuntamiento tendrá vistas a la Catedral con lo que ello significa... no puede anteponer sus creencias personales a las profesionales... pero allá cada uno... en fin.. parece que habrá cambios.. Por cierto, acabo de descubrir tu blog y me gusta mucho la variedad de temas que tratas vinculados con la actualidad. Creo que compartimos Comunidad autónoma. En este momento he creado un blog dedicado a los jóvenes y al uso que hacen de las nuevas tecnologías. Te invito a visitarlo: http://cativodixital.blogspot.com.es/ Si quieres seguimos en contacto. Yo ya me hice seguidora de tu blog.

marian dijo...

Tiene su "conflicto" el asunto, porque en España detrás de todas las fiestas patronales hay un santo y detrás de un santo... hay una celebración religiosa. Ahora bien, en este caso, que son las creencias o no de cada uno, a mí no me tiene que parecer bien ni mal esa decisión que ha tomado, que además está en su derecho y no está haciendo nada ilegal. Pero entiendo que choque que un alcalde no participe en un "acto oficial" de la ciudad que dirige. Un acto que se celebra en una iglesia, pero que no tiene un significado estrictamente religioso, sino que tiene mezclados varios significados de difícil separación unos de otros, y en alguno de esos significados sí creo que podría encajar su presencia sin entrar en contradicción con su laicismo; pero al mismo tiempo pienso que, si él cree entrar en una contradicción está en su derecho de no asistir y tampoco hay que escandalizarse por ello.

Campurriana dijo...

Juan Nadie, la clave está en tu pregunta anterior...que se centren de una vez en lo importante. Eso mismo. Sin darse cuenta, son los primeros que imponen y no respetan. Curioso, no?

Marta, encantada de conocerte. Un tema interesante el de tu blog. Yo me alegro de haber nacido en otra época menos tecnológica. Seguiré leyéndote. Respecto a la decisión de Martiño, espero se lo piense mejor...

Marian, por todo lo dicho anteriormente, no puedo estar de acuerdo contigo. Yo veo claramente que es un error. Este tipo de cosas son las que, desde mi punto de vista, les pierden. Sus creencias exclusivamente personales deberían quedarse en casa. El problema...el análisis equivocado y parcial. Muy parcial.

marian dijo...

Yo no lo tengo tan claro como tú, Campurriana. Se podría calificar también de sectaria la presión de querer imponer su presencia, por encima, incluso, de la Constitución. ¿Estamos en un país aconfesional o no estamos? Seamos consecuentes, pues, y aprendamos a respetar ese tipo de decisiones. Creo que se podría conciliar el dilema que se plantea y que he explicado en el comentario anterior, pero respeto su decisión.

Campurriana dijo...

Marian, no se trata de actos religiosos exclusivamente. Se trata de algo más., de mucho más. Un pueblo debe cuidar su identidad. La diferencia es que ellos determinan cuál es la identidad del pueblo gallego (Galiza, según sus palabras) y cuál no es su identidad. Sé de lo que hablo. Hablo de la eterna intolerancia de los "tolerantes".

marian dijo...

La eterna intolerancia de los tolerantes es tan eterna como la eterna intolerancia de los intolerantes:)

Campurriana dijo...

Marian, supongo que me estarás metiendo en el saco de los intolerantes que no van de tolerantes. Bueno, casi te lo agradezco. Es positivo confrontar opiniones y es cierto que nadie tiene la verdad absoluta. Lo que más me molesta es la forma de ser de mucha gente que critica lo que hace también aunque sea suavizándolo con populismo y demagogia. A veces, pienso, pecan de injustos.

Yo ahora deseo que las cosas cambien. Aunque no te lo creas, estoy contenta. Prefiero este golpe de efecto y a ver qué pasa. Pero...unas cosas no quitan otras.

marian dijo...

No supongas tanto, a ver si te va a dar un "suponcio" :) No era por ti, hablaba en general en clave de Marx (Groucho).

Ripley dijo...

Bueno. La demagogia es decir lo que el otro quiere oir. Simple y efectivo en mentes vacias, por eso y por la enorme carencias de nuestro ¿sistema educativo?, en el que se incita al odio desde que el niño puede diferenciar lo bueno de lo malo, baste coger un fanzine de esos que llaman "educación para la ciudadanía" y leer que a 10 millones de españoles, se nos llama asesinos por votar al pp. Eso está en el libro y es textual. Se enseña a odiar, se dirige a nuestra infancia al pensamiento único que se resume básicamente en que no hay pensamiento, lo triste es que los que mandan ahora no pongan remedio y atajen el mal antes de que sucedan cosas como las que ocurren hoy en esta convulsa España, pero la derecha ha abandonado la lucha de las ideas y los valores, ya lo dijo el gallego fuma-puros: "Lo único importante es la economía" pues mire no.

En cuanto a la tolerancia ocurre que como con muchas otras palabras, ésta ha perdido en boca de los politimierdas su verdadero significado. Por lo demás quien se dice "tolerante" se retrata sin darse cuenta pues esto viene a concluir que: "Yo que soy un tío estupendo te tolero" pero eso implica que ese tío estupendo se pone a sí mismo en un plano de superioridad moral respecto del otro pues solo el superior puede tolerar al inferior.

La pregunta que estos que al tiempo que defienden el buenismo, el tontismo y lo políticamente correcto, son capaces de reirse del holocausto, -esto es delito en la mayor parte de Europa-, y de hacer chistes con el horror de las niñas de Alcaser, Marta del Castillo o Irene Villa víctima del terrorismo, pero al cabo la izquierda y el terrorismo siempre han ido de la mano, la pregunta como digo que estos deberían hacerse es sencilla, ¿Quien coño soy yo para tolerar a nadie?

También deberían saber que el agua no duele y el gel está al alcance de cualquiera. Los ayuntamientos se han llenado de inmundicia no solo en cuanto a ideas sino a las buenas maneras. Cuando yo era joven no dejaban entrar a las discotecas si llevabas calcetines blancos, ¿por que se permite que estas hordas (1) entren con sus harapos nada menos que los Ayuntamientos? ¿por que se tolera esa falta de respeto? ¡ah claro!, la tolerancia, ¡acabáramos!

(1) Grupo de gente que obra sin disciplina y con violencia. DRAE.

Campurriana dijo...

Lejos ya de ideas personales que buscan una sociedad X, Martiño no debiera olvidar que Santiago vive de eso que él está rechazando. La Catedral y todo lo que la rodea es la mejor promoción de la ciudad compostelana. No nos lo carguemos también porque se trata de la vida de mucha gente, de negocio para Galicia. Me pregunto qué estarán pensando los hosteleros ahora sobre el comportamiento de su Alcalde. Y no sólo los hosteleros...

Yo lo siento. Siento que no se sepa ir más allá. Y siento vergüenza por ello.

Campurriana dijo...

Marian, Groucho sabía calificar con estilo. Sin duda, una forma elegante de calificar.

Deseo que Martiño recapacite aunque, es cierto, muchos que se denominan ateos y republicanos (sigo sin comprender muy bien este último autocalificativo) no tienen ninguna duda de que obra como debe. A ver...

Se verá.