29 de noviembre de 2015

El hombre ha vuelto. El éxito (actual) de Bertín Osborne.


Nunca me ha gustado Bertín. Digo sexualmente, vaya. No es ni ha sido mi tipo de hombre y, además, me pillaba ya un poco mayorcito en mi primera época de revolución hormonal. Cuando yo era una niña, recuerdo a muchas señoras como locas por tener al Osborne de yerno o de amante ibérico. Yo nunca lo comprendí pero...para gustos, los colores.

Bertín me gusta de otra manera. Ya lo he dicho en alguna ocasión. Es de esas personas a las que no te importaría tener de amigo porque es divertido y parece fácil abrirse con él. Un cachondo que ahora, con cierta lógica, se toma la vida de distinto modo

Le perdono esa cierta simpleza que emana y el toque rancio de un programa que ha tenido éxito, precisamente por haber respetado a cada uno de los entrevistados que han pasado por allí. Se ve que los espectadores están ya cansados de tanto seudoentrevistador con el arma cargada. Queremos entrevistas tranquilas, señores de la tele. ¡Estamos agotados de tanta agresividad!

Yo valoro a Bertín por varias cosas. Por su naturalidad, por su valiente sinceridad en estos tiempos donde lo políticamente correcto fulmina tanto. Por una bondad que se le nota y por haber sabido sacar lo bueno de esta vida, a veces tan puñetera. Él reconoce sin tapujos que su problema más importante ahora, es menos problema porque tiene recursos. No todo el mundo habla así pero él sí lo ha pensado y lo dice porque, efectivamente, es justo también decirlo.  

Bertín ha vivido momentos muy difíciles a nivel personal, además de la enfermedad de su hijo, y sigue adelante con una sonrisa. Su situación es más fácil pero el sufrimiento no lo quita nadie. Fabiola, su mujer, también ayuda y mucho. Una buena compañera para Bertín. Eso pienso. Ambos son un apoyo para muchas personas que puedan tener un problema similar. El papel de las "celebrities" implica una responsabilidad y debiera ser aprovechado para intentar, al menos, mejorar un poquito este mundo. Es de agradecer, sin duda, si se consigue algo desde esas posiciones tan "célebres", tan visibles.

Sin más, dejo aquí el enlace a una entrevista que le han hecho recientemente. Una lectura de domingo sin mayores pretensiones. Aunque, todo hay que decirlo, alguna miga tiene. Porque analizar la vida, conlleva aprender continuamente. Y somos seres pensantes que debemos obtener algo positivo de todos estos análisis existenciales que salen en las conversaciones de café. Tienen más importancia de lo que parece. Mucha más.

Aquí dejo una frase de la entrevista que quiero subrayar por estar totalmente de acuerdo con ella, a propósito del tema Franco. Si queréis ver el hilo de la conversación, pinchad en el enlace.

Bueno, es que hay muchos que se la cogen con papel de fumar. Nadie tiene los huevos de salir y decir: «Señores, esto es una gilipollez, se acabó la discusión», que es lo que diría yo. Van todos ahí con pinzas. Venga, por dios... Es ridículo.

Pues eso. Así es Bertín. 
O así parece...

7 comentarios:

Douce y el Náufrago dijo...

Campu,

Me parece muy 'completa' lo que has contado, más o menos así lo siento.

No suelo ver la televisión, por dos razones: cada vez oigo meno, pero sobre todo porque no miro las 'Teles' y sus componentes.

Creo, que para muchos, les parece bien y para otros le sueltan la lengua.

Buen finde. (A ver si pasa todo lo que nos espera) Prefiero que salga el 'Bertín')


TORO SALVAJE dijo...

No he visto su programa.
No puedo opinar.
No tengo ninguna opinión sobre él ya que es una persona que jamás me ha despertado el más mínimo interés.

Campurriana dijo...

Nau, no pierdes nada sin el ruido televisivo de hoy. Y es que la tele ha empeorado tanto que ni el mejor programa de ahora llega a la suela de los zapatos del mejor programa de antes, a excepción de los documentales. Puede haber algún puntillo que sorprenda pero...es muy difícil encontrarlo. Bertín cae bien en general. Eso creo...

Toro, es un personaje que nos ha acompañado a lo largo de la vida de alguna manera. Hemos visto su evolución de galán peludo y ahora, en otra etapa de su vida más calmada por edad y circunstancias, ha seguido trabajando en varios proyectos. Yo no creo que sea el mejor entrevistador del mundo ni mucho menos. Tampoco me gusta especialmente el programa. Lo que sí me gusta es esa otra opción con respeto. Y también su forma de decir las cosas sin miedo a pillarse los dedos. Eso le honra, independientemente de las ideas que tenga cada uno. Le honra porque creo destilan sus palabras mucha sinceridad.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Ay, yo es que no puedo con este hombre, pero no dudo de que sería un buen compañero para un cerveza ocasional.

Maribeluca dijo...

Por eso gusta, se percibe la sinceridad además de la espontaneidad y se agradece "un huevo" como seguramente diría...el típico sinvergüenza simpático que cae bien a casi todos, se nota mucho que ha madurado y se encuentra a gustísimo en este instante con él mismo y cuanto le rodea(además cuenta anécdotas descacharrantes cuando le entrevistan a él)

Es una alegría para la vista todavía y sobre todo para el ánimo y además lo que señalas tú, estamos todos hartos de la impostación, la corrección política y la hostilidad general.

Campurriana dijo...

Pedro, seguro que algo tendrías que contarle y él a ti. Creo que si vais a tomar un aperitivo juntos por ese Burgos navideño, hasta podríais pasarlo muy bien.

En estos tiempos en los que un político no es político si no sale haciendo un poco el tonto en algún programa de audiencia, pienso más que nos toman por eso mismo. Yo, sinceramente, creo que no debiera interesarnos la vida privada de nuestros potenciales Presidentes. Pero, como podemos ver y se ha demostrado, nos interesa y mucho. Más que el fondo de su programa de Gobierno, si es que existe medianamente.

En fin...

Campurriana dijo...

Maribeluca, tienes que perdonarme pero tu comentario había ido a parar al spam y lo he encontrado hoy de casualidad. ¡Con lo que me gustan tus comentarios!

Bertín cae bien a casi todos. Hasta a los que le tachan de facha por no ser políticamente correcto. Suele ocurrir y él lo sabe y lo asume con gracejo.