13 de diciembre de 2015

El pollito azul (Tuiter o Twitter)





Nostálgica empedernida. No salgo a la calle por lo de las banderas incrustadas. Soy buena pero no buenista. No soporto a los progres que viven en La Moraleja.

Algo así ponía en la presentación de mi cuenta de Tuiter...

Escribo para informar que acabo de eliminarla ahora y, aunque os parezca una gilipollez, me ha dado una cierta pena el hacerlo; sobre todo, por los tuiteros con los que "tuiteaba" o a los que "retuiteaba" más a menudo; con los que interactuaba de alguna manera, por así decirlo...

Me he despedido pero muchos no lo verán, dadas las riadas de tuits que bajan por la aplicación del pollito azul. Si alguno arriba aquí, un abrazo fuerte y mis mejores deseos. Les ponía algo así como que reconsideren siempre todo. ¿Quién soy yo para dar consejos? Pues ¡una ex-tuitera como otra cualquiera!

Tuiter tiene su corazoncito. Y no hablo sólo del nuevo corazoncito que ha aparecido ahora sustituyendo a la estrellita del "Me gusta". Se trata del corazoncito de los solitarios que deambulan por las redes sociales en busca de comunicación. Es solitario todo aquél que está deambulando por las redes sociales, al menos en ese momento de "deambuleo". 

Pero ahora estamos hablando de Tuiter y, detrás de cada tuitero, hay una persona deseosa de comunicarse. Algunos se comunican con el fin de enseñar, aprender e informarse y, otros, para joder a los demás simplemente y calmar sus innumerables frustraciones. Hay de todo, como en cualquiera de los bares de nuestros barrios... Yo he de decir que he tenido experiencias positivas siempre con los tuiteros. Si he tenido alguna mala, me he olvidado de ella entonces o no la he tomado por mala. De verdad, no me acuerdo. Ah! salvo el bloqueo en su día de Mario Conde. Me fastidió porque su cuenta era de las interesantes; de las que invitaban, al menos, a meditar, a profundizar...

Pues sí. He dejado Tuiter. Estoy segura de que tendré un suave mono los primeros días y, especialmente, en esos momentos mañaneros de café en soledad en los que, incluso, daba los buenos días a algunos de mis seguidores y seguidos. 

¿Por qué he dejado Tuiter?
Pues por lo que ya he dicho una y mil veces aquí en el apartado "redes sociales". La principal razón es ese coste de oportunidad. Lo que dejas de hacer por estar en Tuiter es lo que hay que reconsiderar siempre. Y yo lo he pensado y he tomado la decisión porque había dejado de hacer algo que yo considero más importante, por culpa de este enganche un tanto venenoso por este motivo.

He tomado la decisión y estoy orgullosa. Me quedo con lo más viejuno que aparece por las pantallitas que nos absorben: con los blogs o saloncitos, como a mí me gusta denominarlos.

Gracias a Tuiter, a los tuiteros y a los que de vez en cuando leéis y comentáis.   
Ahora puedo decir que conozco las redes sociales. Ahora sí.   

Seguiré desahogándome por aquí. 
Con vuestro permiso.
;)  

11 comentarios:

Chaly Vera dijo...

Me parece una buena decision.

Besos

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Siempre hay que respetar las decisiones personales.
Besos.

Douce y el Náufrago dijo...

Campu,

Hola Campu

Ya he visto "El pollito azul (Tuiter o Twitter)"
Has hecho una estupenda decisión. Te sentirás mucho mejor y tendrás tiempo para mil cosas. Hasta dormir más y mejor:-)

Todavía repaso el artículo que puso en el Blog de Nau. Decía algo como esto:

"Desconexión de la vida real"

- Asier Rua, fotógrafo de 31 años, cuenta que el Whatsapp le quitaba concentración en todo lo que hacía: “Era incapaz de recibir un mensaje y no contestar”. Después de casi un año sin la aplicación no la echa de menos. “Sí que ocurre que gente no tan cercana no sabe que me lo he quitado”, reconoce.

- Para mucha gente acaba suponiendo un estrés tener que seguir alimentando esa maquinaria. “Hay personas que llegan a la conclusión de que no les compensa.

- “Ves los perfiles de tus contactos, que suben fotos en una ciudad o en una viaje, y sientes una cierta envidia sana. Piensas, joder que vida más interesante comparada con la mía”, reconoce López.

- Las conclusiones reflejan que sin estas herramientas, los jóvenes se sentirían “aislados, incomunicados, incompletos y no sabrían como rellenar rutinas, integrarse o socializar”

"Borja López, de 29 años, abandonó hace dos años las redes sociales"

Una estupenda decisión!

Que la semana pase pronto

Campurriana dijo...

Estoy contenta con la decisión tomada. Demasiado ruido. Necesitaba desengancharme de un mundo que ocupa mucho y no aporta tanto.

Hablo de mi relación con las redes, claro. Cada uno tiene la suya.

Gracias a todos.

Campurriana dijo...

Chaly, sabía que te gustaría ;)

Pedro, me gusta tu máxima. Gracias.

Nau, ¿qué te voy a decir?. Me encanta este fragmento que aportas, estas ideas. Lo había leído en tu isla y lo he vuelto a leer con gusto. No puedo estar más de acuerdo.

Juan Carlos dijo...

¡Caray! yo como sigo a pocos y pocos me siguen me llamó la atención la bajada de un seguidor y de uno a quién seguir así que me vine corriendo a tu casa a ver qué pasaba y ¿sabes? te alabo el gusto. Subscribo totalmente lo que dice Douce y el náufrago sobre cómo come nuestra vida las redes sociales. Recuerdo el odio visceral que tenía mi hermana a cosas como el facebook o, incluso, el correo electrónico. Ahora se pasa la vida leyendo... lo que pone la gente en facebook y compartiéndolo... ¡quíen la ha visto y quién la ve! Mi hija no es adicta pero casi, casi. Ese guasap que tiene que responder casi de forma inmediata, ese twitter que mira cada poco rato... Ese twitter que, no sé, ¿realmente importa lo que digan personas conocidas o no en 140 caracteres? pero si no da para nada, salvo para compartir videos o chistes y poco más. Mira que tuit me ha quedado. En fin, repito, te alabo el gusto.
Salu2

Campurriana dijo...

Me alegro muchísimo de "verte", Juan Carlos. Me dio penita que cerrases el blog aunque entiendo tu decisión. Los momentos llegan cuando llegan y ya está. La vida es así... Espero que no perdamos del todo el contacto. Espero no perderlo con los blogueros que entran en "mi grupo de blogueros". Sois especiales para mí porque ya son muchos años compartiendo... También comprendo que la vida va cambiando y, con ella, el tiempo disponible, las prioridades, etc.
El saloncito, con las bromas, lleva ya casi diez años en pie. Se dice pronto...

En 140 carácteres a veces se pueden decir muchas cosas claritas. El problema...la falta de desarrollo, de profundidad, de sosiego... Todo va demasiado rápido y yo... Yo necesitaba detenerme.

Un abrazo.

Juan Carlos dijo...

Bueno, nunca se sabe pero mientras no tenga nada que decir ahí queda el blog en stand by. Pero el de fotos seguirá abierto y vuelvo a retomar la afición otra vez así que, por supuesto, seguiremos viéndonos y leyéndonos
Salu2

Campurriana dijo...

Te tengo localizado ahí, Juan Carlos. Me encanta, por cierto, tu último retrato en el mercadillo de Pontevedra. Si no recuerdo mal...

Maribeluca dijo...

Yo nunca he llegado a estar, demasiado navajeo, demasiado ruido y basura...suficiente con el Facebook donde también abunda, pero de manera diferente y a otro ritmo.

Campurriana dijo...

Maribeluca, el ritmo pausado de los blogs...¿desaparecerá totalmente?