21 de octubre de 2019

Unamuno y Salamanca




A Amenábar le daría un tirón de orejas, por la falta de profundidad de su última película. No podemos negar que tenía chicha de sobra para explotarla y explotarla hasta la saciedad. Los diálogos se quedan tanto en la superficie, que da un poco de lástima en este sentido. La visión de la guerra, aunque más moderada que en el grueso del resto del cine español, se sigue observando distorsionada, inclinada por un lado más que por otro...
Pero sí diría a todos los que se acerquen aún por este saloncito, que recomiendo acudir a las salas para ver su cinta. Aunque sólo sea por esa figura merecidamente homenajeada y por su ciudad, Salamanca. Por ello, aplaudo a Amenábar. Sin duda, merecía Unamuno un cariño como éste. Quizá lo reciba de alguna manera desde dónde esté...

Me acercó a la figura de Unamuno, de una forma especial, mi queridísimo Náufrago. Había leído algo de él en el colegio, y retazos de sus ideas tan sabias en las revistas de fin de semana; Ésas que también pretenden acercar al gran público a la cultura. 

Los hombres que escriben bien, que cuidan y miman el mensaje, son dignos de alabanza, de homenaje. La inteligencia se muestra por este esmero, por las ideas expresadas con cuidado, con fuerza, con la lengua desatada también. Sin ella, no seríamos nada interesante, no sacaríamos nada en limpio.

Dejo un texto del blog de mi isla favorita como ejemplo. Uno de tantos... Tantas visiones de la vida expresadas a la perfección, que no pasan los años por ellas. Todo permanece, de algún modo. Absolutamente todo. Lo cotidiano siempre será eterno, se vista como se vista...



“Poco puede esperarse, verbigracia, de un gobernante que alguna vez, aun cuando sea por modo oscuro, no se ha preocupado del principio primero y del fin último de las cosas todas, y sobre todo de los hombres, de su primer por qué y de su último para qué. Y esta suprema preocupación no puede ser puramente racional, tiene que ser afectiva. No basta pensar, hay que sentir nuestro destino.

Por lo que a mí hace, jamás me entregaré de buen grado, y otorgándole mi confianza, a conductor alguno de pueblos que no esté penetrado de que, al conducir un pueblo, conduce hombres, hombres de carne y hueso, hombres que nacen, sufren y, aunque no quieran morir, mueren; hombres que son fines en sí mismos, no sólo medios; que han de ser los que son y no otros; hombres, en fin, que buscan eso que llamamos la felicidad. Es inhumano, por ejemplo, sacrificar una generación de hombres a la generación que la sigue cuando no se tiene sentimiento del destino de los sacrificados. No de su memoria, no de sus nombres, sino de ellos mismos.”




8 comentarios:

Alfred dijo...

Te dejo mi particular opinión tras el visionado de esta película.Que no difiere mucho del tuyo.
https://alfredcomerma.blogspot.com/2019/10/mientras-dure-la-guerra.html

esteban lob dijo...

Estupendo texto de Unamuno, estimada Campurriana. Me gustó el homenaje a "la lengua desatada" de los grandes.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

La tengo aún pendiente. La veré, claro.

Matías dijo...

Estoy de acuerdo que una figura como la de Unamuno se merece una biografía mucho mas extensa, pero creo que en poco mas de hora y media no se puede pedir mucho mas. Amenabar ha reflejado el comienzo de la guerra y los últimos seis meses de la vida de Unamuno.
En cuanto a lo filmado sobre la guerra incide mas sobre la maldad de una de las partes, ocurre en todas las películas sobre la guerra civil de los últimos años.
Abrazo.

Miguel García dijo...

Amiga, pedir profundidad en un tiempo en el que la superficialidad lo preside todo, en el que importa más el parecer que el ser y en el que la civilización del espectáculo ahoga el pensamiento, creo que es mucho pedir.

No te digo ya si de lo que hablamos es de acercarnos al pensamiento de Unamuno; eso es un peligro al que el rebaño no debe someterse. El mero hecho de pensar, no digo ni tan siquiera de razonar, produce un calentamiento cerebral que desemboca en un proceso febril mortal de necesidad y... No queremos ver el campo lleno de borregos muertos ¿Verdad?.

Un abrazo,

VENTANA DE FOTO dijo...

También he leído de mi etapa de estudiante muchos escritos de este escritor.

Es bueno recordarlo y profundizar en sus escritos.

Besos

Campurriana dijo...

Alfred, muchas gracias por el enlace. Aunque ahora no me deja entrar en algunas páginas de prensa. Empiezan a ser de pago... Y me he quedado sin leer la crítica de Boyero, uno de mis criticones favoritos.
Agradezco siempre el cine histórico. Aunque sea para provocar esa sed que te decía: La sed de conocimiento.

Esteban, benditas lenguas desatadas en un momento en el que lo políticamente correcto nos atonta hasta la saciedad. Es una forma de control como otra cualquiera. O mucho peor...

Pedro, te gustará. Unamuno merece bien una interpretación como ésta. Ya me contarás.

Matías, estoy de acuerdo contigo con respecto a la dificultad de representar bien a un personaje de esta talla con las limitaciones existentes. De todas formas, hay películas que no me dejan así. Y el tiempo es aproximadamente el mismo. Me faltó algo, aunque valoro el trabajo. Por supuesto.

Miguel, me ha encantado tu comentario. Políticamente incorrecto, por cierto ;)
"No queremos ver el campo lleno de borregos muertos ¿Verdad?".

Ventana, todo lo que nos mueva el pensamiento, bienvenido sea.

TORO SALVAJE dijo...

No la he visto y no tengo ganas de verla.
Está todo demasiado cercano aún... a veces pienso que la guerra civil no ha acabado.