10 de diciembre de 2023

Todo está aquí grabado. A fuego.


Absolutamente todo lo que nos ha ocurrido, está registrado. Quizá en su momento, no le dimos mayor importancia de una forma consciente, y años después salta con fuerza como un poético, e incluso dramático resorte, que surge desde las profundidades de nuestra mente. 

Últimamente, cuando paseo por los rincones de mis escenarios de vida, cada uno de ellos me recuerda lo vivido allí. Una conversación, una mirada, un ligero acercamiento de manos excitante y fugaz.


¿Es o no mágico?



8 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Esaes la magia de la vida. Así de simple

María dijo...

¡Qué vista tan privilegiada tienes desde ese punto donde has tomado la fotografía! esa misma perspectiva diáfana y despejada con la que miras tu pasado y recuerdas lo vivido.
Un beso grande CAMPU… que sigas disfrutando de tu(s) vista(s) : )

TORO SALVAJE dijo...

Es mágico.
Y a la vez es un termómetro de nuestra vida actual.

Recomenzar dijo...

Muchas veces los sueños nos dan vida!!!!

Pedro Ojeda Escudero dijo...

No queda nada de los espacios de mi infancia, anegados de hormigón y asfalto...

Campurriana dijo...

Ganar o aprender, he leído por ahí recientemente. Y ganar también es aprender. ¡Qué manía con que solo perdiendo se aprende!

María dijo...

No entro en los blogs estos días, pero al ver tu comentario no he podido dejar de acercarme. Sé q son fechas difíciles para demasiada gente, q cuando alguien se siente mal nada de lo q se diga ayuda, así q solo se me ocurre abrazarte fuerte fortísimo y desearte q estos sentimientos q te invaden pasen pronto...A veces, cuando llega la tormenta lo único q podemos hacer es esperar q amaine...y será así, pisa esa arena blanca, mira el mar y piérdete en el horizonte, allí, en esa línea todo es recto y está en calma, contágiate de esa sensación, a ver si se neutraliza la otra....y date tiempo, pasará...todo pasa en esta vida, bueno, malo y regular...un abrazo muy muy fuerte CAMPU y cuídate, mímate , quiérete eres muy muy especial.

Campurriana dijo...

María, ¡Qué palabras más bonitas! No sé si me las merezco.

Claro que sí. Intento mimarme mucho. Y espero que tú también te mimes.

Un abrazo muy fuerte.