Cambia. Todo cambia. Decía una canción maravillosa.
Y no me había parado a pensar en que, si tú cambias, cambian las personas que tienes a tu alrededor. Muchas veces, incluso, para BIEN.
8 de noviembre de 2025
13 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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Los seres humanos van aprendiendo y cambian: si la amargura no domina su realidad, es muy posible que el cambio sea para bien. Eso esperamos.
ResponderEliminarEso quiero pensar, Joselu. Aunque somos los que tropezamos muchas veces en la misma piedra. Alguna razón habrá...
EliminarUn saludo.
A veces sí. Otras no sirve de nada. Un beso
ResponderEliminarExactamente, Susana. Eso es lo que quería decir en la respuesta a Joselu. En este fragmento de pensamiento lo que quería expresar es que a veces influyen nuestros cambios en los demás. Y de manera positiva. Como si se diesen cuenta de algo que antes pasaban por alto o daban por hecho. Algo así...
EliminarUn beso y buen domingo.
Puede ser como comentas, mi querida CAMPU q todo cambie, y en general, creo q es así, pero aunq no lo fuera, como no podemos cambiar a las otras personas, quizá lo q debemos cambiar para poder aceptarla y convivir en paz, sea nuestra visión de ellas. Cambiar la forma en la q las miramos/escuchamos/leemos, a ser posible , sin prejuicios, ni ideas preconcebidas , si somos capaces , todo y todos mejoran ; )
ResponderEliminarUn besazo, buen finde y mil gracias ; )
María, lo de los prejuicios hay que quitárselo de encima cuanto antes. Se aprende con la vida; con las experiencias propias e, incluso, ajenas... Tenemos más empatía cuando esta nos pasa por encima o de lado. Efectivamente, comprendemos más lo que ocurre a nuestro alrededor y es lógico. No va a ser todo negativo en la maravillosa aventura de envejecer...
EliminarUn abrazo fuerte. Me alegro de verte por este saloncito. Disculpa el desorden. :)
En efecto. Aunque no cambien ellos, solo con moverte un poco tú ya todo es diferente.
ResponderEliminarEs verdad, Pedro. Es otra visión; Que no cambien ellos pero sí lo hagas tú. Y los vemos de otra manera desde la nueva posición.
EliminarUn abrazo.
¡Hola! yo sí creo en que las personas podemos cambiar cosas negativas de nuestra forma de ser y actuar. Eso de que "es que yo soy así y me aceptas como soy" pues no comulgo con ello. La vida y la evolución de las personas es cambio, yo he cambiado muchas cosas siendo consciente de ello. Y sí, solo a veces ese cambio nuestro lleva a los que nos rodean a cambiar también para bien, otras veces no es así, claro, porque el cambio de los demás ya no depende de nosotros
ResponderEliminarBesos.
Marian, me ha recordado tu comentario a eso de "Yo digo todo lo que pienso. Soy muy sincero y tienes que agradecerlo". A veces, es positivo callarse si lo que vas a aportar no es nada bueno. O madurar un poco la respuesta antes de soltar tu sinceridad a los cuatro vientos. Otras veces, las respuestas sinceras son necesarias aunque hagan un poco de "pupa" al que tienes enfrente. Son las críticas constructivas o los famosos límites que tanto nos cuesta poner a algunos. Pero, como bien dices, el cambio de los demás ya no depende de nosotros. Es un peso que nos debemos quitar de encima.
EliminarBesos y que pases un buen día. Por aquí, lluvioso. Bendita lluvia.
Estamos interconectados.
ResponderEliminarTodo cambia, sí.
Lo que tenemos alrededor es un carrusel que no para nunca y nosotros nos vamos adaptando y cambiando...
No soy el que era ni seré el que soy.
Así es.
Besos.
Es verdad, Toro. Me has recordado a Heráclito y su corriente continua. M
EliminarToro, se me ha escapado el comentario, fruto de esa corriente, supongo... Así lo dejo por si es algún mensaje del más allá.
ResponderEliminarIba a decir que me ha recordado a cuando lo estudiamos en clase de filosofía en el colegio. En ese momento, comprendes la idea. Ahora, la entiendes muchísimo mejor. En la adaptación al cambio, está la solución. Y no nos queda otra.
Un abrazo en domingo. Parece que los domingos son días de abrazos. O debieran serlo...