Una diminuta ranita que se ha llegado a convertir en el símbolo de Puerto Rico. ¿Quieres escuchar su canto?.
3 de marzo de 2007
4 comentarios:
He tenido que habilitar de nuevo la moderación de comentarios. En este blog se admiten todo tipo de opiniones pero con argumentos y con respeto hacia las demás. El insulto y las malas formas no caben en este lugar. Si entras aquí con esas intenciones, no serás bienvenido.
Los anónimos han venido en forma de spam solamente, durante estos últimos meses. Me veo obligada, por lo tanto, a bloquearlos.
Siento que tenga que ser así.
Gracias.
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Ahora mi homenaje va dirigido a los coquís que ponen música a la noche puertorriqueña. Tengo familia en la isla y ya desde muy pequeña me ha llamado la atención este pequeño animalito del que hablaban mis tíos y primas con especial cariño...
ResponderEliminarLos machos son los que emiten el famoso canto que les ha dado su nombre en Puerto Rico. Por un lado , advierten a los otros machos de la pertenencia de un territorio, y, por otro, su melodía sirve para atraer a las hembras.
Realmente curiosa la naturaleza...
Me ha parecido simpatiquísimo!!!! y sí que se escucha coquí.
ResponderEliminarEspero que no desaparezcan estos encantadores animalitos, y es que leí que hay un hongo que está afectando a las ranas y podrían estar en peligro de extinción.
Simpatiquísimo bicho, si señor.
ResponderEliminarPues creo que sí que están en peligro de extinción, Raiña...
ResponderEliminar¿Sabes?. Tengo un peluche coquí sobre la cama...
:)
Y, por cierto, son diminutas, diminutas...