El estado del papá de Libertad es semejante al mío, durante estos días, cada vez que enciendo la radio, cuando leo el periódico, cuando pongo la televisión...
Coches con altavoces que llegan a ser molestos por lo que esconden detrás, carteles por todas partes con fotos mil y una veces retocadas como sus programas y sus mentiras, banderitas, musiquillas pegadizas que nunca olvidaremos, sonrisas con dientes más blancos que los de la familia Iglesias, mítines que llegan a ser patéticos, pelotilleos dentro de los partidos, ausencia de soluciones y abundancia de críticas que llegan a ser insultos sin clase ni inteligencia, ambición de poder... teatro, puro teatro...
Bueno, yo lo tengo claro: no votaré a ningún partido que violente mi silencio obligándome por megafonía rodante a escuchar su mensaje (cuatro patéticas consignas, acabando siempre con un tiempo imperativo).
Se aprovechan de que los oídos no tienen párpados para entrar en mi casa, en mi cabeza sin mi permiso.
Cualquier día les cae un tiesto.
Y encima como argumento electoral ponen su asqueroso jeto de comedor de pollas profesional. Pues anda que no hay que comer pollas, besar culos, adular al de arriba para llegar algún día a estar en la poltrona. Sin inteligencia se puede estar en lo más alto (véase el cuarteto de las Azores), pero sin una tupida red clientelar de favores e intereses que apoye tu ascenso...NO.
En cuanto a los mítines: para ver a un subnormal en un púlpito intentándome vender la moto, me voy a una iglesia. Al menos el recinto es mucho más bello, el ambiente mucho más recogido, y el público más sereno.
Jamás asistiré a una reunión en la que no tenga derecho al uso de la palabra, y que mi papel sea de figurante para aclamar las palabras del pastor de borregos (en fraseología cristiana, leader en inglés y führer en alemán).
Me cago en Dios, me ha gustado tanto lo que escribo que voy a ponerlo en el mendiguito.
Robando temas a bitácoras amigas, más bajo no puede caer uno.
Y curioso el punto de vista de las mujeres cubiertas (yo tampoco lo había pensado)...
Lo cierto es que me chocaba verlas así por la calle, a mi lado, agarradas a sus maridos y tapadas con aquellos burkas negros, incluso siendo muy niñas...
Debo decir que me sorprendió, como contraste, esa relación que tenían con sus parejas...un sentido familiar que no esperaba ver y una actitud de las mujeres de Estambul lejana al sometimiento que todos imaginamos...
4 comentarios:
No lo describiría mejor que esta viñeta...
El estado del papá de Libertad es semejante al mío, durante estos días, cada vez que enciendo la radio, cuando leo el periódico, cuando pongo la televisión...
Coches con altavoces que llegan a ser molestos por lo que esconden detrás, carteles por todas partes con fotos mil y una veces retocadas como sus programas y sus mentiras, banderitas, musiquillas pegadizas que nunca olvidaremos, sonrisas con dientes más blancos que los de la familia Iglesias, mítines que llegan a ser patéticos, pelotilleos dentro de los partidos, ausencia de soluciones y abundancia de críticas que llegan a ser insultos sin clase ni inteligencia, ambición de poder... teatro, puro teatro...
Bueno, yo lo tengo claro: no votaré a ningún partido que violente mi silencio obligándome por megafonía rodante a escuchar su mensaje (cuatro patéticas consignas, acabando siempre con un tiempo imperativo).
Se aprovechan de que los oídos no tienen párpados para entrar en mi casa, en mi cabeza sin mi permiso.
Cualquier día les cae un tiesto.
Y encima como argumento electoral ponen su asqueroso jeto de comedor de pollas profesional. Pues anda que no hay que comer pollas, besar culos, adular al de arriba para llegar algún día a estar en la poltrona. Sin inteligencia se puede estar en lo más alto (véase el cuarteto de las Azores), pero sin una tupida red clientelar de favores e intereses que apoye tu ascenso...NO.
En cuanto a los mítines: para ver a un subnormal en un púlpito intentándome vender la moto, me voy a una iglesia. Al menos el recinto es mucho más bello, el ambiente mucho más recogido, y el público más sereno.
Jamás asistiré a una reunión en la que no tenga derecho al uso de la palabra, y que mi papel sea de figurante para aclamar las palabras del pastor de borregos (en fraseología cristiana, leader en inglés y führer en alemán).
Me cago en Dios, me ha gustado tanto lo que escribo que voy a ponerlo en el mendiguito.
Robando temas a bitácoras amigas, más bajo no puede caer uno.
Me encanta.
Por cierto, me pareció interesante éste enlace:
Retrato de las mujeres turcas por mary Montagu
Interesante enlace, Mendiguiño...
Y curioso el punto de vista de las mujeres cubiertas (yo tampoco lo había pensado)...
Lo cierto es que me chocaba verlas así por la calle, a mi lado, agarradas a sus maridos y tapadas con aquellos burkas negros, incluso siendo muy niñas...
Debo decir que me sorprendió, como contraste, esa relación que tenían con sus parejas...un sentido familiar que no esperaba ver y una actitud de las mujeres de Estambul lejana al sometimiento que todos imaginamos...
Claro que hay que subrayar que era Estambul...
Publicar un comentario