Una fotografía de Joan Colom para disfrutar de una escena callejera que podría haber sido retratada en cualquier rinconcito de cualquier ciudad, y, sin embargo, se trata del barrio del Raval en Barcelona.
Un lugar que, a pesar de la fama, por sus focos de prostitución, de robos y de droga, guarda bajo sus negras sombras grandes historias de personas desconocidas, supervivientes de un mundo en el que se han colado debido a las circunstancias que han rodeado sus vidas desde la cuna...
Y es que es difícil de entender, para una persona como yo, cómo uno puede llegar a autodestruirse de semejantes maneras...
Un lugar que, a pesar de la fama, por sus focos de prostitución, de robos y de droga, guarda bajo sus negras sombras grandes historias de personas desconocidas, supervivientes de un mundo en el que se han colado debido a las circunstancias que han rodeado sus vidas desde la cuna...
Y es que es difícil de entender, para una persona como yo, cómo uno puede llegar a autodestruirse de semejantes maneras...
Que buena foto.
ResponderEliminarTienes buen gusto escogiendo fotos, desde luego.
APLÍCATELO!!!
Mendiguiño, por algo se empieza...
ResponderEliminarMe voy a la camita que me lías, que me lías...
:)