Acabo de mirarla y ya deseo volver de nuevo por esos campos, que han sido inspiración de poetas...
Ahora está más verde que nunca, amarilla, roja...
Reconfortan el silencio y la paz que desprenden esos paisajes al atardecer, cuando el sol da paso a una nueva noche estrellada...
Cada estación y cada momento nos deparan una Castilla nueva, un paisaje dispuesto a ser retratado una vez más...
Ahora está más verde que nunca, amarilla, roja...
Reconfortan el silencio y la paz que desprenden esos paisajes al atardecer, cuando el sol da paso a una nueva noche estrellada...
Cada estación y cada momento nos deparan una Castilla nueva, un paisaje dispuesto a ser retratado una vez más...
Después de un fin de semana de boda en Segovia, vuelvo con fuerzas renovadas, aun con la resaca de la fiesta y sin apenas dormir...
ResponderEliminarDebo decir que la fotografía no es mía pero me asombraron tanto las amapolas que coloreaban de rojo los paisajes de ambos lados de la carretera, que enseguida supe que serían las protagonistas de esta entrada...
Mis fotos, las que saqué yo, no se deben enseñar en sitios públicos...
;)
Gracias por el campo de amapolas...
ResponderEliminarHabía muchísimas...nunca había visto el paisaje tan colorado...
ResponderEliminar:)